El Entrefútbol, en dónde la practica no lleva a la perfección

viernes, 8 de enero de 2010

La insoportable cantinela de las ayudas


La discusión está en la calle y "El Larguero" de la Cadena SER ejerce de altavoz. Ya sabéis la cantinela: ¿Mano negra o villarato? Es tremendo que se siga planteando esta cuestión en el fútbol español a estas alturas. Nos sitúan ante un contubernio digno de las mejores tramas mafiosas de la Cosa Nostra. Una conspiración eterna, una saga interminable, un complot de amplias ramificaciones, los malos y los buenos...El "runrún" de las ayudas arbitrales a Barcelona y Real Madrid se pone en boca de todos por obra y gracia de los profesionales de los medios madrileños y catalanes. Y así se distrae a la parroquia, que se suma gustosa a la confrontación con argumentos variopintos a favor y en contra de cada teoría. ¿Benefician los árbitros al Madrid o lo perjudican? ¿y al Barça? Las opiniones son diversas y dispersas.

El debate de este jueves recordó, por su popularidad, a la típica discusión de barra de bar aunque, por la trascendencia y magnitud de los argumentos aportados, podría ser la antesala de un próximo debate en el Congreso de los Diputados con este tema como principal punto de la órden del día. No extrañaría que diputados de distintos partidos se aliasen con tal de defender los argumentos favorables a su equipo. Porque todo es posible en nuestro país cuando hay un balón por el medio. El fútbol, como la política, también hace extraños compañeros de cama. En la sesión plenaria de la SER, sus señorías también se aliaron según su gusto y conveniencia. Paco González y Tomás Guasch pactaron para defender la tesis del villarato; mientras que los catalanes Andrés Astruells y Emilio Pérez de Rozas sostuvieron que hay una mano negra en contra del Barça. Como es habitual en estos casos, no se llegó a ningún acuerdo aunque los cuatro criticaron las coartadas victimistas y subrayaron la conveniencia de poner los mejores medios para luchar contra las injusticias del azar.

Los defensores del villarato creen que la Federación Española de Fútbol respalda los errores arbitrales a favor del Barça. La razón es simple: Joan Laporta mantiene una buena relación con el máximo responsable federativo, Ángel María Villar; de ahí que la Federación recompense a los árbitros que pitan a favor del club "amigo". Dime cómo te equivocas y te diré hasta dónde llegas. "El Barça juega con red", defienden, "en eso consiste el villarato: protección al Barça y severidad con el Madrid". Y todo se explica, aseguran, porque Villar mantuvo la presidencia gracias al apoyo prestado por Laporta. Por su parte, los valedores de la teoría de la mano negra se basan en el daño que los seis títulos conseguidos en 2009 habrían causado a ciertos periodistas. Éstos, necesitados de carnaza informativa para contrarrestar la supremacía culé, intentarían alimentar polémicas continuas para tratar de desestabilizar al club catalán. Ello repercute en una presión mediática que termina afectando a los colegiados, que arbitran de manera parcial para perjudicar al Barça.

En realidad, no hay nada que haga más felices a los "antis" que cualquier confirmación de la vieja cantinela de los favoritismos arbitrales. Ni nada que les desconcierte más que la propia evidencia de que las ayudas les protegen en numerosas ocasiones. Los medios de comunicación asisten con satisfacción a este lamentable espectáculo y sacan a pasear la bandera de sus intereses para aprovecharse de la controversia. La ocasión ideal para que los fanáticos de turno saquen a relucir sus colores ante el ordenador, las cámaras o el micrófono. Con esta actitud se da pábulo a la cantinela, se hace felices a quienes la sostienen y se fomenta un tremendo desequilibrio en contra de los equipos modestos, que terminan siendo las víctimas principales de las indecisiones de los árbitros. La triste evidencia de la desigualdad futbolística. Una evidencia ante la que poco se puede debatir.

2 comentarios:

  1. Es increible que le Barça o el Madrid se quejen de los arbitros. Es como si los que tienen carro se quejan por las alzas en el precio del transporte público.

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