El Entrefútbol, en dónde la practica no lleva a la perfección

viernes, 30 de abril de 2010

El mal llamado 'aficionado' al fútbol


No va a ser la violencia en el fútbol el tema de esta mi entrada en el blog, sino más bien versaré de ese aficionado al fútbol que acude a los estadios a liberar tensiones. Si como sociedad aceptamos que por pagar por una entrada se tiene derecho a insultar, vejar, escupir y casi hasta agredir a los futbolistas, es que somos unos hipócritas de cuidado. ¿Quien le otorga a ese señor (casi siempre varones pero lamentablemente ya también mujeres y niños) el beneplácito de llamar 'maricón de mierda', 'cabronazo' o 'ese portugués, hijo puta es' que sufre Cristiano Ronaldo, entre otras lindezas, a cualquiera de los futbolistas de prácticamente la mayoría de los campos españoles?

Aunque este mal vicio sea universal, entendámonos, el carácter latino nos juega malas pasadas. Acoplemos estos comportamientos vergonzosos de las gradas a la vida cotidiana y diaria: ¿cuantos padres nos han educado en la cultura del respeto al prójimo y en el de la educación correcta? Ay que no, que como el fútbol y la liberación del estrés son algo tan aceptados socialmente, será que en casa a todos nos enseñaron a ser groseros con la abuela y hacer gestos obscenos con el dedo índice para arriba. ¿Acaso en la calle, en un bar, en una librería, su actitud es tan irrespetuosa? Y lo patético de todo esto es que esta lacra no contiene ninguna variante de nivel cultural.

Esos pseudo-trogloditas que no saben comportarse en una grada sin tener que mentar a la familia del árbitro o desear la muerte fulminante del rival con tal de ganar un partido siempre aducen cobardemente que el apoyo a sus colores lo explica todo. No me entra en la cabeza que no se sepa disfrutar de un deporte tan maravilloso como el fútbol sin volverse un cafre en una grada. No nos engañemos, gilipollas de esta clase los hay en todas las aficiones, ninguna se libra, pero cuando se han vivido situaciones contrarias, es decir, ánimos limpios y deportivos para con tu equipo, ver que con total impunidad campan a sus anchas tipejos de esta calaña desanima una barbaridad.


No me meto, por ejemplo, con gente como los de esta foto, que seguramente demuestran un apoyo incondicional a su equipo; cuando alguien es capaz de viajar kilómetros y kilómetros por su equipo y anima con ansias de 'fair-play', es de elogiar y muy admirable tanta dedicación. Pero los forofismos, fobias y antis que de años a esta parte inundan el fútbol español desvirtuan muy mucho lo que es para mí la concepción de un deporte tan alucinante como es el fútbol. Tampoco ayudan las triquiñuelas de algunos jugadores profesionales que con tal de sacar ventaja arbitral simulan codazos y faltas que no pasan del más mero y leve toque.

Pero lo que no es de recibo es que el ser humano no sepa comportarse y se escude en el fútbol para olvidar sus penas. Y no seamos puritanos, moralistas ni curas de pacotilla, todo esto no va en el sueldo del jugador de fútbol. Rizando el rizo y extrapolándolo bastante, a mi, como periodista me sentaría fatal que por hacer una crónica digamos, me pongan a cáldo varios desconocidos día sí, día también. Y del mismo modo debieran sentirse nuestros futbolistas. Sin embargo, no sé lo que es más preocupante, el hecho de que antes solamentente fuera algo tan maravilloso como el fútbol el que sufriera con estos impresentables o por contra que este mal vicio ya se extienda a casi todos los deportes. El día que como personas honestas sepamos unirnos, tachar de delincuentes a esta gentuza (es mi consideración para con ellos) y arrinconarlos hasta que sus hoy en día actos habituales se conviertan en reprochables, juzgables y sancionables, habremos dado un gran paso adelante para pasar a nuestros hijos y nietos un deporte más limpio y una cultura de aficionados sana.

No apto para cardíacos

Los aficionados rojiblancos debemos estar hechos de otra pasta. Cómo es posible aguantar 90 minutos de partido, una prórroga y el tiempo añadido sin que te dé un colapso. Cierto es que ayer casi me da, ¡para que luego digan que no somos sufridores!
Anfield. Minuto 103 del partido de vuelta de semifinales de la Europa League entre el Liverpool y el Atlético de Madrid. Tras varias jugadas de peligro en el área contraria el Atlético no ve puerta. Se desmarca Reyes, realiza una impresionante carrera por la banda derecha, centra y ¡gol, gol, gol! Diego Forlán envía de primera un obús hasta las redes de la portería de Reina sin que éste pueda evitarlo.

El Atleti conseguía lo impensable: la clasificación para la final de la Europa League, la primera final europea en 24 años.

Ni siquiera lo recuerdo. Tenía tan sólo dos años cuando el Dynamo de Kiev les eliminó en una final. Ya pensaba que jamás vería al equipo saltando de alegría en el césped por estar tan tan cerca de conseguir un título europeo.

Lo siento por el resto de equipos españoles que se han quedado a las puertas, pero al final, ante todo pronóstico el Atlético puede incluso llegar a conseguir ¡dos títulos esta temporada! Cierto es que primero hay que ganar al Sevilla y al Fullham, pero por qué no, podemos seguir soñando.
Por una vez vamos a ser ambiciosos, ya queremos más, no nos conformamos con ver al equipo llegando a finales, sino que queremos que el Calderón acoja dos títulos más. ¡Qué habrá hecho Quique Sánchez Flores para enderezar a un equipo que iba completamente a la deriva cuando comenzó la temporada!

Sea lo que fuere, ahora hay que prepararse porque el 12 de mayo queremos llorar, pero esta vez de alegría.

miércoles, 28 de abril de 2010

La astucia del buitre


De Emilio Butragueño conocía lo que todos en el fútbol conocen. Aquel gran delantero que comandó un Real Madrid que aunque nunca ganó una orejona, fue histórico en la década de los 80. Histórico en épicas remontadas, histórico en ganar cinco ligas consecutivas y dos copas de la UEFA. Un futbolista español que marcó una época memorable en el Madrid y que significó tanto para el madridismo, que su generación se recordará para siempre como “la quinta del buitre”.

Pero bien, esto es lo que sabemos. Sin embargo, luego de la visita realizada a los alumnos de la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid, me puse a pensar en que hoy podemos conocer a otro Emilio Butragueño: uno que ya no lleva puesta la camiseta blanca (que de seguro siempre la tendrá en su corazón), sino que ahora va vestido de traje y corbata. Tiene otra vida, otra manera de ver el fútbol y de representar al Real Madrid; y es que ya no son los goles su trabajo.

Si Don Alfredo Di Stéfano un día lo describió como ese tipo que “tiene el gol en el cuerpo”, hoy se podría decir que este tipo tiene “la diplomacia en el cuerpo”. No es un misterio que sea el embajador más simbólico en el mundo del Real Madrid en la actualidad y el que mejor hace dicho trabajo. Su cargo de director de relaciones institucionales en el Real Madrid desde junio de 2009, ajustó como anillo al dedo tanto para Emilio como para el Madrid.

Butragueño no sólo tiene el honor de ser el representante de la institución blanca en citas importantes de la FIFA o la UEFA, pues es ante el mundo entero que lo hace. Y es que no es sorpresa que uno de los objetivos principales de los grandes clubes del mundo es universalizar más su nombre, y para esto necesitan hombres indicados, que hayan formado parte de su historia, que hayan escrito sus páginas, sobre todo si hablamos del club más memorable en la historia del fútbol.

En un ejemplo claro de esta globalización, está el que exista una escuela de Estudios Universitarios Real Madrid, que también está bajo la dirección de Butragueño, y viendo la cantidad de accesos que tiene un club como el Madrid ante el mundo entero, no creo que otros clubes como el Manchester o la Juventus lo hagan, como lo es tener una Escuela Universitaria, pero ya deberían tomar nota.

Si bien pensando en su apodo “el buitre”, que no es más que un juego de palabras con su apellido que se le ocurrió a un compañero suyo en la época de futbolista, hoy no escapa de la realidad la relación de su apodo con la habilidad de Butragueño, quien logró transformar una extraordinaria carrera como futbolista del Real Madrid para convertirse en su mejor director institucional, embajador, incluso ministro de relaciones exteriores si queremos exaltar más la cosa. Si pensamos la metáfora de la habilidad de los buitres, que aunque suelen alimentarse únicamente de animales muertos pero a falta de estos son capaces de cazar piezas vivas, podemos decir que Butragueño pese a haber finalizado una carrera exitosa como futbolista, no ha dejado de contribuir al Real Madrid con este nuevo trabajo que encontró. Y esto me despierta la idea de pensar que cada vez existirán más jugadores emblemáticos del mundo del fútbol que tras colgar sus botines seguirán teniendo la oportunidad de seguir aportando valores y trabajando para sus clubes, con otras perspectivas, otras ambiciones.

Así han salido grandes entrenadores, directores deportivos, institucionales e incluso presidentes de honor como Johan Cruyff en el Barcelona. Esto de seguro es buena noticia tanto para los jugadores símbolos que algún día se retirarán como también para los clubes donde sudaron su camiseta. Pues encaja más ver a un Paolo Maldini en la dirección del Milán que a un Fulano de Tal.
Ahora, una cosa está clara, y es que no se trata sólo de soplar y hacer botella, pues se debe tener una gran preparación para asumir roles de esta jerarquía, pero al menos los futbolistas sabrán que no sólo para patear balones, les dieron dones especiales.

viernes, 23 de abril de 2010

“Periodistas y fútbol es un binomio necesario”


El emblemático jugador del Real Madrid, Emilio Butragueño, estuvo presente en nuestra Universidad el pasado miércoles. El director general de la escuela de estudios universitarios del Real Madrid – UEM conoció de cerca a los dieciséis alumnos que integran el máster oficial de Comunicación y Periodismo Deportivo.

La charla giró en torno a los temas de actualidad que tocan de cerca al Real Madrid y a la universidad. Emilio no pasó por alto la oportunidad de recordar a Jose Antonio Samaranch, recientemente, fallecido, y comenzó el acto dedicándole unas palabras: “Era un gigante del deporte y gracias a él el movimiento olímpico adquirió otra dimensión”. Sobre la escuela que dirige, Butragueño es consciente de que lo ideal sería una estrecha relación entre el alumnado y el Real Madrid pero reconoce que “la realidad es muy distinta y está marcada por el agobio constante; el Real Madrid produce una noticia cada cinco minutos”. Por ello, el club y la UEM trabajan codo con codo para buscar un punto medio de equilibrio sin perder de vista que el Real Madrid es muy absorbente.


Emilio tiene presente que la formación de los jugadores es vital y por eso la cuidad hasta que llegan a los 18 años: “A partir de ahí ellos eligen cómo organizan su tiempo y su vida. Ser jugador profesional de fútbol requiere mucha energía y no es fácil compaginarlo con los estudios pero tenemos ejemplos como el de Esteban Granero o Álvaro Arbeloa en su momento”.

Llegó el momento de meterse en faena con el periodismo y enfrentarse a los ávidos profesionales que tenía en frente. Emilio se deshizo en elogios para los periodistas y para el mundo de la comunicación. “Los medios de comunicación tienen mucho poder y un gran peso en la sociedad por eso tenemos que cuidar mucho todo lo que sale del Real Madrid”. Respecto a los periodistas afirmó que “el mundo es más global gracias a ellos y que son vitales”. Emilio quiso recalcar que antes que profesionales del mundo de la información son personas y por ello “tienen una responsabilidad con la sociedad por la propia información y por el enfoque y el tratamiento que le dan”. Y llevándolo a su terreno, el del fútbol, dijo que “el trabajo en equipo es muy importante, todos tenemos talento para algo pero no todos descubrimos para qué y esa es nuestra obligación”.


Actualidad deportiva

La información dio paso al deporte. No pasó por alto el resultado negativo del Barcelona en Champions y la posibilidad de que los blaugranas jueguen la final en el feudo blanco: “El Real Madrid sólo puede abrirles las puertas y tratarles como nos gustaría que hicieran con nosotros si fuese a la inversa”. Uno de los nombres propios fue el de Raúl González Blanco y su posible salida del club al finalizar la temporada: “Es decisión del jugador no del club; la situación que atraviesa Raúl no es nada fácil y lo digo por propia experiencia” afirmó el que también fuera el 7 del Real Madrid. Otro de ellos fue el de Pellegrini para el que Butragueño sólo tuvo buenas palabras: “Es un puesto de mucha responsabilidad, muy complicado porque tiene que elegir un once, motivar a todos, leer el partido antes, durante y después, lidiar con las críticas, estar pendiente de la relación con los medios y con el club… Pellegrini es un profesional de primera pero está infravalorado, cuando el Real Madrid gana parece que sólo lo hacen los jugadores y cuando pierde, es sólo culpa del entrenador”.

Uno de los temas que pusieron sobre la mesa fue el papel del Real Madrid durante la presente temporada: “Es muy complejo hacer un equipo campeón en tres meses. Lo de Alcorcón fue un accidente y caer en octavos ante el Lyon no entraba en nuestros planes, la verdad. Y en la Liga aún estamos muy vivos y eso que hemos pasado situaciones complicadas: Las lesiones de Kaká y CR9, la aportación de Benzema que no ha sido la esperada… Pero podemos ser campeones”. Y hablando de futuro no se pasó por alto el próximo Mundial: “España debería llegar a la final y ganarla por el bien del fútbol porque juegan de forma abierta, directa y técnica aunque también tenemos que recuperar a nuestros jugadores lesionados” afirmó Emilio. Sobre los jugadores blancos que forman parte del combinado nacional dijo que “es el deber del Real Madrid, aportar todos los jugadores posibles”.



Un consejo y una despedida

Como colofón, Emilio dejó un consejo para todos los periodistas con los que había compartido la tarde: “Respetar y nunca olvidéis quienes sois y de donde venís y que, antes que nada, sois personas”. Además aprovechó para recordar a los alumnos que está ahí “para lo que necesitéis, estrujarme todo lo que podáis” y se citó con ellos en la graduación que se celebrará en el mes de junio en el Santiago Bernábeu. Gracias y hasta la próxima Emilio.

jueves, 22 de abril de 2010

Cinco aros y un adiós

Esta nota podría tener la solemnidad que exige la Carta Olímpica. Podría ser una biografía bien documentada de un héroe de adarga antigua. Podría…

Pero para mí Juan Antonio Samaranch no va de aquellas reuniones del COI con trajes de Dior, ni discusiones de política deportiva con horas de extenuante diálogo.

Me quedo con la sonrisa de Kobi haciendo peripecias… la flecha mágica que encendió el pebetero de Barcelona 92… aquel Dream Team verdadero… ese señor afable con sonrisa a flor de labios y espejuelos de cinco aros colorines.

Lo vi por última vez luchando por Madrid 2016. Pidió el último voto, porque lo sabía. Así es la vida, pero queda el artífice del recuerdo. Eso y su eterna “A la ville de Barcelona”.

Murió, como cuenta la familia, despidiéndose del deporte, a través de la victoria de Nadal. Hoy leemos reseña noble de su trayectoria. Flores caen, y no de España, si no del planeta. Gracias por entender que el mundo cambia, que los tiempos son otros…

Samaranch cruzó la meta 89 años después para por fin subirse al Olimpo con la presea dorada colgada en sus sueños. Ahora sonará el himno olímpico y doce cañonazos dirán en la madrugada ¡Adiós, Presidente!

Samaranch, el Papa del deporte moderno


Una parada cardiorrespiratoria, consecuencia de una insuficiencia coronaria aguda, acabó en la tarde de ayer con Juan Antonio Samaranch Torrello, un hombre que contribuyó de manera decisiva a la modernización del deporte. Siempre será recordado con cariño por su ingente tarea en defensa de los valores del olimpismo. Alumno aventajado de Pierre de Coubertin, Samaranch fue uno de los principales responsables del crecimiento experimentado por los Juegos Olímpicos. Un personaje universal, carismático, hábil y astuto, hasta el punto de convertirse en la cabeza visible del deporte.

"Sé que estoy muy cerca del final de mis días. Tengo 89 años. Permitidme que os pida que toméis en consideración premiar a mi país con el honor y el deber de organizar los Juegos Olímpicos en Madrid". Y se hizo el silencio entre los miembros del COI. Esos hombres sin piedad se quedaron sin palabras cuando el gran patrón del olimpismo pronunció un discurso que ya es historia. Un recuerdo póstumo imborrable para un hombre que arrimó el hombro de forma admirable y totalmente desinteresada para ayudar a que Madrid fuera sede olímpica. No pudo ser. El mapa que mostró el presidente brasileño, Lula da Silva, impactó de tal forma que Río de Janeiro rompió las esperanzas españolas y, a su vez, engrandenció otro hito olímpico en el que Samaranch también jugó un papel fundamental. Él fue el encargado de proclamar que la ciudad de Barcelona iba a acoger los Juegos de 1992. Fue su mayor alegría. Fue el prólogo de un acontecimiento que cambió la historia contemporánea española y que sirvió para cerrar definitivamente la transición.

Es complicado destacar aspectos concretos del inmenso legado que deja Samaranch. El paso del tiempo se encargará de hacer justicia para valorar sus logros con la relevancia histórica que se merecen. Porque este visionario se ha ganado a pulso la inmortalidad. Nadie olvidará su contribución a la mejoría del deporte internacional. Nadie pasará página de su obra y milagros. Un asombroso legado para un ciudadano al que los primeros mandatarios del mundo siempre hacían siempre un hueco en su agenda para recibirle sin esperas ni disculpas. Y eso que el mismo Samaranch solía confesar que el mundo anglosajón no perdonaba ni admitía que un españolito fuera el jefe. Realmente raro con el poco peso específico internacional de un país que salía del franquismo para buscarse un hueco de respeto democrático en el mundo. Pero es el resultado perfecto de la compleja ecuación de la vida de Samaranch, que aúna una suma de méritos y casualidades que este gran nadador en todas las aguas ha resuelto de tal forma que la cultura deportiva del país no ha dejado de crecer hasta llegar al punto actual en el que se suceden los éxitos de nuestros deportistas.

Es para sentirse muy orgulloso. Por eso, desde donde descanse en paz, el bueno y grande de Samaranch podrá ver con gran satisfacción que su nación está entre las mejores del mundo. Ha cultivado una imagen más brillante gracias a los éxitos de sus deportistas. De todos ellos el padrino es el gran Joan Andoni. Él fue el indiscutible impulsor de los éxitos de nuestros representantes. Si la vida de Nelson Mandela se mereció una película titulada "Invictus", la de Samaranch debería ser llevada a la gran pantalla bajo la denominación "Urbi et orbi". Porque Samaranch se merece todas las bendiciones. Siempre será un grande de España. Dios lo tenga en su gloria.

miércoles, 14 de abril de 2010

Punto y final

No sé si es producto del desencanto que me produce esta sequía de títulos que parece prolongarse hasta el infinito y más allá. Tampoco podría saber si es culpa del vaivén del tiempo que es culpa de todos nosotros o incluso del baile de hormonas femeninas que es un topicazo y, tristemente, es real aunque muchos de ustedes no se lo crean.



El caso es que he decidido plantarme. Dimito. No más ilusiones. He tirado a la basura mi fe inquebrantable en un equipo de bastardos, perdón por la palabra malsonante. No quiero saber nada de ese equipo que consigue que pierda mi tranquilidad futbolera. Ni un céntimo de mis ahorros para apoyarles. Ni una sola voz para animarles. Destierro total. Es más, deseo que este juego en el que todos participamos y que tiene como nombre vida les de un escarmiento.


Oigo en el autobús o en las cafeterías que ahora más que nunca debemos estar con el equipo y que los jugadores tienen que sentir nuestro aliento de apoyo. ¿Perdonen, me están diciendo que tengo que ser incondicional con un grupo de patanes que no tienen ni idea de los sacrificios que hacen los 80.000 aficionados que llenan su estadio fin de semana sí, fin de semana no? Una cosa es que me haga la tonta y otra bien distinta que lo sea. Creanme cuando les digo que estos señores pierden un partido, se duchan, pasan ante los periodistas, hacen el paripé afirmando que están desolados por la derrota, cogen su Audi, se van a casa y a otra cosa mariposa. Si te he visto, no me acuerdo que suelen decir los golfos nocturnos y diurnos (que también los hay). Sin embargo, un aficionado sale del estadio con las ilusiones hechas añicos, sabiendo que ha tirado a la basura el dinero de su abono o de su entrada, sintiendo que 'sus chicos' otra vez le han vuelto a fallar. Otra vez porque ya van tres: Alcorcón, Olympique de Lyon y Barça. Mientras tanto los protagonistas de tal desastre como si la cosa no fuera con ellos. Ni frío ni calor.



Probablemente estas palabras nunca jamás lleguen a los responsables de ese club que ya ni etiqueta de ello tiene, sino que se ha convertido en una asquerosa empresa cuyo objetivo es hacer cantidades inmensas de dinero y que es capaz de destrozar a las personas. Poderoso caballero don dinero que corrompe y nos hace ser avariciosos sin control alguno. Menos aún acabarán en un vestuario donde el señorío y el significado de un escudo han caído en el más triste de los olvidos. Señoras y señores, a mí me da vergüenza que esas personas defiendan el mismo escudo por el que lucharon gente como Camacho, Juanito, Di Stefano, Gordillo, Gento o Puskas por nombrar los que primero aparecen en mi cabeza.



Este grupo de gente ha conseguido que mi madridismo, como el de otros tantos aficionados, se rompa. Suficientes problemas tenemos todos como para añadir el sufrimiento y la impotencia que provoca su total pasotismo hacia el club que les da de comer, les engrandece y, por supuesto, les llena las carteras. Faltaría más. Me resbala totalmente que me tachen de mala madridista porque, sinceramente, me resbala lo que hagan a partir de ahora. Me viene a la mente uno de los partidos iniciales de Raúl; el Real Madrid ganaba y Valdano le sentó en el banquillo. El chaval se enfadó con el entrenador, se alegró de que el rival empatase el partido e incluso deseó que su equipo perdiese, preso de la rabia. Le comprendo porque en esa misma situación estoy yo. Ojala el Real Madrid, tan pomposo y millonario, pierda los partidos que le restan. Un baño de humildad en toda regal que buena falta hace. De esta forma todos, desde el presidente hasta el último jugador de la plantilla, aprenderían que con dinero se pueden comprar ilusiones pero éstas se acaban diluyendo; que se pueden comprar jugadores guapos y musculosos, jugadores con clase, jugadores que aún estamos esperando que aparezcan y hagan algo, por poco que sea, o jugadores de la cantera pero que no se puede comprar un sentimiento de equipo, de historia, de grandeza, de escudo. Por que los sentimientos no tienen precio, nacen dentro de cada uno y dentro de un grupo de mercenarios no tienen cabida.



PD.: Para más sonrojo del Real Madrid millonario del señor Pérez, en el partido en el que se jugaban la Liga (el único título que podían conseguir, tiene bemoles la cosa) tuvieron que salir dos señores a solucionar el partido. Uno es José María Gutiérrez, el eterno criticado, y se va del club. Otro es Raúl González Blanco al que ustedes tanto critican y al que el club por el que ha dado la vida, le ha dado una patada como si de un perro callejero se tratase. Yo si fuera el señor constructor, revisaría los cimientos de este proyecto que se resquebraja por todos lados.

El fútbol con otra mirada

Alexandre tiene 12 años. Es el mayor de cinco hermanos. Vive en una favela de Río de Janeiro. Acude a la escuela una vez a la semana, ya que el resto de mañanas las pasa ayudando a su madre en la casa y vendiendo algunos objetos de segunda mano en un mercadillo local. Pero si algo no perdona Alexandre son las tardes de fútbol. Todos los jóvenes del barrio se reúnen en un pequeño campo improvisado de tierra tres horas antes de que caiga el sol.

Alexandre es bueno. O eso dicen sus amigos, al menos es de los primeros en ser elegido a la hora de formar equipos cada día. Muchos de sus compañeros llevan camisetas de equipos europeos y brasileños. Muchos de ellos sueñan con ser como los jugadores cuyo nombre llevan impreso en su elástica: Ronaldinho, Kaká, Ronaldo, Torres, Messi... Él suele jugar con camisetas lisas, casi siempre blancas, casi siempre decoradas con las manchas del trabajo matutino. Él no sueña con ser como nadie. Ha oído en la radio que estos jugadores viven de jugar al fútbol. Algo que para él es inconcebible. Ha visto en la televisión que muchos de ellos viven solos en casas enormes. Sin su mamá, sin sus hermanos. Ha leído en los periódicos que en sus barrios no hay peleas, un vecino más del suyo ¿Por qué ser como ellos? No puede.

En los últimos días está especialmente nervioso. Una asociación del centro ha organizado un campeonato para el próximo fin de semana. Todos los chicos del barrio querían formar parte de él. Pero fueron unos pocos los elegidos, entre ellos, Alexandre. Algunos jóvenes comentan que lo importante no es ganar, sino jugar bien ya que habrá ojeadores de Europa. Él no sabe cuál es la labor de estos ojeadores. Tal vez, ¿mirar cómo juegan? Según su amigo Rodrigo harán más que eso si alguno de ellos merece la pena. Le llevarán a Europa a jugar en un club importante.

Alexandre no quiere ir a Europa. Solo jugar al fútbol. Pero está nervioso...

Ya han pasado dos semanas desde el campeonato y nadie ha aparecido por su casa para llevarle a Europa. En parte se alegra, hubiera sido un mal trago tener que decir a esos señores serios y trajeados que no...después de un viaje tan largo.

Ahora, Alexandre, sueña con ser atleta. Su amigo Rodrigo y él saben que Río de Janeiro será la sede de las Olimpiadas en 2016. Se han propuesto entrenar duro. Quieren formar parte de la selección de su país. Esta vez nadie le preguntará sobre marchar a Europa. Por eso Alexandre quiere ser atleta. Por eso está nervioso...

lunes, 12 de abril de 2010

Del Madridismo

Recordé al profesor del máster que argumentó que el Barcelona tenía mejor concepto de club porque devolvía más a la sociedad al poseer más deportes. Me alegro por los catalanes, pero analicé esto.

Pues si el club no tuviese una escuela de estudios entonces el grupo estuviese en otro lugar, incluyendo al sabio profesor. Además, el Madrid tiene fundaciones por todo el mundo que devuelven a la sociedad el orgullo de un escudo. Niños de origen humilde llevan al RM como la S moderna de Superman.

Porque el Madrid es ilusión y las ilusiones se protegen a capa y espada. Podemos perder partidos ante rivales dignos. Eso es parte del deporte.

Pero el Madrid es más que un partido. Representa a millones de personas. Es un sentimiento que va de la mano de un domingo feliz, de una salida al cine con la camiseta de Higuaín, de regalarle a tu padre una chaqueta del club, a tu hijo un balón oficial...

El Madrid no muere hoy o mañana. El Madrid es la sonrisa fresca en la cara de un chaval diciendo: yo soy CR9.

El Madridismo no es gritar e insultar. A eso te llevan los sentimientos humanos: irá, coraje, envidia, etc. El Madridismo verdadero es soñar con que en el fútbol encontrarás paz. Es más que goles. Es más que un carnet...

Vivimos de la ilusión de un trabajo, de ver a un familiar, de superar una enfermedad, de vencer cualquier adversidad. El día que perdamos la ilusión, lo perdimos todo. Eso es el Madridismo... y de esto también nos levantaremos, porque tenemos ilusión... suficiente para levantar la cara y sonreír. Y eso no se compra... eso es nuestro... y no lo perderemos...

domingo, 11 de abril de 2010

El fútbol no tiene precio


Despues de una semana en la que opinó sobre el clásico hasta el apuntador, llegó el Barcelona al Santiago Bernabéu y habló en el terreno de juego. La mejor forma de dejar claro que, al final, el fútbol lo hacen los futbolistas. De eso sabe mucho este Barça al que le sienta bien la presión. En ningún momento sus jugadores dieron la impresión de sentirse desbordados por la trascendencia del choque, un encuentro que muchos habían bautizado como el partido del milenio. Los hombres de Guardiola enviaron un mensaje inequívoco: son los emperadores del fútbol español. Manejaron el juego al antojo de Xavi Hernández y controlaron todas las embestidas del Real Madrid, que terminó desencajado y roto, convertido en una mediocridad ambulante. La balanza del fútbol español comienza a estar muy desnivelada en favor del equipo catalán.

El Barça, que convirtió el clásico en un trámite, se queda en una posición muy cómoda. Líder en solitario de la clasificación liguera con 80 puntos, separado por 3 de su más directo rival y con el optimismo por bandera. Lógico. Han dejado muy tocado y desfigurado a su perseguidor sin necesidad de forzar. Parecía un encuentro más para los azulgrana que aún así destrozaron sin problemas todas las costuras del Real Madrid. Da igual cuánto dinero se invierta en fichajes, cuántos futbolistas se incorporen cada temporada o quien controle las riendas del club. No siguen una filosofía capaz de plantar cara a los culés.

En estos momentos, el equipo blanco está a años luz del Barcelona. Se escucha ya ruido de sables en el seno del madridismo y la cabeza de Manuel Pellegrini podría ser la primera en caer. Son los efectos de sobrevivir sin proyecto alguno. Un verdadero marrón para el inquilino del banquillo madridista, que siempre estará supeditado a los designios inescrutables de sus superiores. Da igual su identidad y sus méritos anteriores, el canibalismo madridista puede desbordar a cualquier entrenador. En los últimos años, Juande, Schuster, Capello, López Caro, Luxemburgo, García Remón, Camacho, Queiroz y Del Bosque pasaron por la silla eléctrica de Chamartín. Y ahora le toca aguantar el trago a un chileno que, a base de eficiencia, llevó al Villareal a las semifinales de la Copa de Europa. Que nadie lo olvide. Pellegrini fue capaz de estimular a un Riquelme en decadencia y encumbrar a Diego Forlán. Sin embargo, ahora deambula como alma en pena, devorado por una entidad que consume talento con la misma facilidad que factura millones en concepto de marketing y merchandising. El Real Madrid es una empresa más que un equipo de fútbol. Y así les va.

Pero la plantilla tambien tiene su cuota de responsabilidad en el desaguisado. La imagen de Cristiano Ronaldo e Íker Casillas fue el vivo espejo de la impotencia que sintió anoche el equipo madridista contra el Barça. El portugués terminó extenuado por no haber sido capaz de romper el maleficio que le acompaña contra su eterno rival al que aún no ha sido capaz de marcarle un sólo gol. Todo lo contrario de lo que ocurre con Leo Messi que, tras su gol de ayer, lleva 27 goles en la Liga, es el pichichi destacado del campeonato y ya le ha marcado 7 goles a los blancos. Por su parte, Casillas vive en una desesperación permanente y sigue encajando goles partido tras partido. De ahí la corriente de opinión que apuesta ya por un cambio de titularidad en la portería de la selección española. El azulgrana Víctor Valdés llama cada día con más fuerza a las puertas del combinado nacional. Los números son elocuentes: el de Móstoles ha encajado 28 tantos por los 19 que ha recibido el catalán. Otro pulso que comienza a tener color azulgrana, sea cual sea el veredicto de Del Bosque.

Sorprende la soledad que vive el bueno de Xabi Alonso en la medular blanca. No es lo mismo dirigir a un equipo flanqueado por Gerrard y Mascherano, que hacerlo con Gago y Marcelo. El tolosarra, que es uno de los mejores timoneles del mundo, añorará sus tiempos en Anfield. La comparación con Xavi Hernández es odiosa. El catalán maneja el fútbol de su equipo con gran facilidad ayudado por el aval que le ofrece Guardiola. Ayer, el de Terrassa volvió a ser el eje de todos los ataques azulgrana y dio las dos asistencias de gol de la noche. A la espera de que Andrés Iniesta se reencuentre con su mejor fútbol, el Barcelona puede presumir de contar en sus filas con un mediocentro como Xavi. Otro fruto de La Masía, que se consolida como el mejor vivero de jugadores del fútbol español. De ahí salió Pedro Rodríguez, que también fue capaz de marcar en el Santiago Bernabéu. Despues de marcar la pasada campaña en todas las competiciones, el de Abades sigue devorando récords. Hay jugador para rato. Lo mismo se puede decir de Busquets y Piqué, que completan un equipo sólido como una roca.

Con una receta diferente a la empleada el año pasado en el 2-6, el Barcelona pasó con nota el examen de Chamartín. Ahora le toca mantener la intensidad en lo que resta de campeonato doméstico para alzar su 20ª Liga, más que las que tienen el Milan (17), el Liverpool (18) o el Inter de Milan (17), por ejemplo. No obstante, el mayor reto de la temporada para este equipo eterno será el de llegar a la final de la Copa de Europa que se jugará el sábado 22 de mayo en el Santiago Bernabéu. Una cita espectacular para lucir en el marco más atractivo el fútbol único, sin precio, que practica un club inimitable.

viernes, 9 de abril de 2010

22 Islas para cenar


En contra de lo que decía el poeta inglés John Donne: "Ningún hombre es una isla", creo que todos los seres humanos somos una: única, personalizada e instransferible. Mañana en el césped del Bernabéu tendremos un total de 22. Serán las más famosas del planeta al menos durante 90 minutos. Por lo menos, para cenar.

El fútbol es un deporte de equipo. Esto no lo dice Donne. Es una verdad universal aceptada, que no tengo interés en refutar. Sin embargo, los equipos están formados por personas. Si no, que alguien me explique por qué la prensa se cebó exclusivamente con Higuaín tras la eliminación ante el Lyon. ¿Acaso El Pipa no jugaba con diez más? En esta línea, vuelvo a solicitar ayuda, ¿por qué el pasado martes el mundo entero se rindió ante Messi tras el choque ante el Arsenal y no ante el F.C Barcelona? Un equipo, muchas islas...

Y precisamente aquí, reside la grandeza de la cita de mañana. Estas personas en medio del océano no están programadas por defecto, no son seres extraños llegados de otro planeta -aunque a veces algunos lo parezcan-. Lloran, ríen, se divierten, sufren... tienen días buenos y otros no tanto. En definitiva, hacer una lectura del partido es ejercer de Nostradamus banalmente-al que por cierto, creo, no le fue muy bien con sus vaticinios-. Si Messi está acertado se verá más de una vez cara a cara con Casillas. Si Cristiano deja a su niño malo y rebelde en la grada, será el dueño y señor de la banda y hará un partido de crack. Y así, todos ellos...

Dicho esto, no nos queda más que disfrutar. ¿Por "El Clásico"? Sí, obvio -como diría Mateo-, pero no deja de ser un partido más y tres puntos en juego. Debemos deleitarnos por un sencillo motivo, en ese campo, en poco más de 24 horas, se darán cita las mejores islas del planeta. De esas, por las que los famosos y multimillonarios pagarían un pastón para ser propietarios de una.

Por lo tanto, mañana, espero quitarme el sombrero ante este deporte impredecible y mágico, que paralizará un país, gracias a la puntual formación de un archipiélago en el centro de la Castellana.

jueves, 8 de abril de 2010

El partido de todos los siglos

Los latidos se aceleran mientras los suspiros van multiplicándose al ritmo de corneta. El mundo necesita paladines y los busca en el deporte. Héroes de historieta con carne, hueso y gambeta. Allí se mira al fútbol, alegría dominguera que de vez en cuando se hace superlativa… manifiesta.

El sábado será uno de esos días. Cuando el súper clásico de la Liga Española enfrente a la galopada halada del blanco Pegaso contra la furia y elegancia del Dragón de las seis copas. En palabras más complejas: Real Madrid vs Barcelona.

Dimensiones distintas, pero con 77 puntos cada uno en la gatera y sólo con una leve ventaja de goles a favor del equipo capitalino. Ambos llegan al escenario perfecto.

Y es que el Paseo de la Castellana por la calle de Concha Espina vibra por su espíritu. El sonido del viento trae el resonar de goles lejanos. Allí las almas se visten de blanco, entre bufandas colorinas, que hacen una epidermis llamada fútbol. El sábado será imperdible, irrepetible, impensable... pasiones aritméticas en tu boca niña mía...

miércoles, 7 de abril de 2010

Messi es infinito

Europa no tiene palabras. La Champions no es para Messi, su Liga es de otro planeta. El fútbol exquisito que hizo anoche dejó a los rivales admirados, a los enemigos con pánico, a la prensa hipnotizada y al mundo preguntándose si tiene ADN de otra galaxia.

Barcelona vivió una revolución “Leonina” porque Messi eclipsó al Arsenal con cuatro anotaciones fantásticas.

Joyas por goles

El Arsenal partió por delante en un contragolpe letal que definió Bendtner, pero lo que hizo fue desatar la furia de Messi.

La defensa inglesa dejó espacios y cometió errores tontos que con jugadores de la clase del argentino son pecados milimétricos que se convierten en gol.

Y así fue, en un mal rechace que se convirtió en una pared para Messi, el 10 sacó un riflazo en un mosaico para dejar a los ingleses mordiendo el polvo. Golazo descomunal, desde la media luna, pero la luna del cielo.

Luego un balón muerto que se pasea por el área es definido arquitectónicamente por el astro. Almunia no sabe qué pasa.

Al 42 en una contra letal, efectiva, nefasta, Messi hace una vaselina de oro para batir al portero. Ha hecho de todo, goles con la zurda, con la derecha, gambetas, toque, regate… es un ballet completo, una danza al viento.

Y como todo estaba para el genio, al 88, todo le salía mal al Arsenal, un disparo entre tres rebota en Almunia justo a Messi que en la segunda no perdona, de premio caño. Lo demás bla bla bla.

jueves, 1 de abril de 2010

El Crepúsculo de los Dioses


Acostumbramos a crear estrellas, adorar mitos, encumbrar dioses. ¿Sirve el actual debate sobre si es mejor Messi o Maradona para seguirme? A eso me refiero. A la necesidad de tener una estrella polar en el horizonte. Un Dios al que rendir honores constantemente. Un ídolo al que analizar, desde su tobillo, pasando por sus abdominales, para concluir en su aparato dental. Son los rostros de la meca del fútbol. El orgullo del deporte rey. Pero que no os engañen. En el fútbol como en la vida hay estrellas, muchas y muy bellas, pero también hay estrellados. Hoy quiero rendir mi particular tributo a uno de ellos. (He de reconocer que siempre me tiraron más las ovejas descarriadas).


Mi buen amigo, conocido cariñosamente como Gazza fue considerado uno de los mejores jugadores del momento en los 90. Comenzó dando sus primeros toques a la pelota en el Newcastle, formó parte de varios clubes ingleses, algún escocés y hasta coqueteo de pasada con la Lazio. Su desgarrador llanto vistiendo la elástica nacional inglesa, conmovió a todo terrenal con corazón en el Mundial del 90 tras ser expulsado por doble amarilla en un encuentro frente a Alemania (Federal). Para la Eurocopa el 96 se reservó un espectacular sombrero culminado en un excelente remate digno de ser guardado en la videoteca y colgado en Youtube. Estas son algunas pinceladas sobre la vida profesional de nuestro niño malo. De Paul Gascoigne.
Pero hoy no serán sus logros los que nos ocupen. No pretendo sumar una nueva estrella al Paseo de la Fama del Garito, sin más. Sino reflejar las puntas de este ex futbolista inglés que tal vez no tardando mucho ocupe su hueco en el firmamento.


Porque Gascoigne como buen inglés, optó por sucumbir a una común enfermedad entre los futbolistas británicos de su época: el alcohol. Por lo tanto, se propuso seguir la filosofía reflejada en la memorable frase que George Best nos dejó antes de morir: «En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores veinte minutos de mi vida». Si ya durante su época como futbolista echó varios pulsos al infortunio y bailó en varias ocasiones con la mala vida, cerrado este capítulo y con el bolsillo rebosante de billtes, optó por lanzarse de lleno a una espiral de adicciones y descontrol, al amparo de la mala estrella, que nunca le ha dejado de lado, ciertamente.

Inauguró el presente año pidiendo cobijo a la Asociación de Futbolistas Ingleses por no tener un techo bajo el que dormir. Ha intentado quitarse la vida sin éxito –como no podía ser de otra manera- en numerosas ocasiones, conoce de cabo a rabo los centros de desintoxicación ingleses, ha llegado a beber cuatro botellas de whiskey –imagino que escocés- al día, su último adicción conocida fue la Wii de Nintendo ya que pasaba 24 horas jugando a la simpática maquinita y hablando con dos loros de juguete, es un viejo conocido de la policía por conducir ebrio o golpear a su mujer, entre otros delitos. Su hijo de doce años ha asegurado que lo mejor que le puede pasar a él y a su padre es que este último desaparezca.


Aquí lo tenéis. Nuestra Norma Desmond particular. Una estrella que cayó muy fuerte y aún sigue levantando polvareda. Solemos volver la cabeza antes el desplome de estos mitos que un día nos despertaron la euforia más desmedida y ahora solo nos mueven compasión. Esta es la cruz del fútbol y otros deportes. Una vida sin vida después del deporte. Un crepúsculo negro y frío de nuestros dioses.