El Entrefútbol, en dónde la practica no lleva a la perfección

martes, 5 de enero de 2010



¡Cómo mola el deporte!

Supongo que os habrá ocurrido a alguno, pero de cuando en cuando, en especial tras algún maratoniano sábado, me he preguntado si lo mío es enfermizo. Y es que sí, lo reconozco, en alguna ocasión he llegado a ingerir tal cantidad de deporte que tal vez haya rayado lo patológico.

Algún fin de semana primaveral, pongamos del mes de mayo, ésta pudo ser una jornada no muy descabellada de mi vida. Tras un viernes entre cervezas y alguna que otra copa con los amigos en la que el deporte nunca está exento de nuestras tertulias, me levanto con mi planing del día bastante bien perfilado.

Mi primera tarea será cerciorarme de si a las 13:45 puede haber algún interesante duelo de la Premiere, aunque sea sólo para hacer tiempo antes de presenciar como Nadal me regala otra exhibición de coraje y pundonor(aparte de otro título). Durante el partido cruzo los dedos para que Rafa despache con facilidad a su rival de turno, y así poder disfrutar plenamente de la última gran etapa de montaña del Giro de Italia, esta vez con final inédito en el Vesubio.

A la finalización de la preciosa jornada de ciclismo (con victoria de Carlos Sastre, por cierto), “San Digital Plus” me ofrece la posibilidad de ver el partido de las 18:00, en la que podré presenciar alguno de los inverosímiles espectáculos que sólo el Atlético de Madrid nos puede ofrecer. Y a su término, el plato fuerte de la jornada. Mi Real Madrid se juega sus últimas opciones de echar mano al Barcelona, y este es el momento del día de los nervios, la tensión y la adrenalina.

Tras este interminable banquete de deporte, decido poner fin a esta locura poniéndome en contacto de nuevo con mis amigos para salir a un bar a tomar algo. Eso sí, recomiendo uno con una televisión de grandes dimensiones para seguir (solo de reojo) el partido entre Sevilla y el Valencia.

Y por si alguno pensaba que esto era todo, a mi regreso al hogar a eso de las 3:30 de la madrugada, cuando apenas acierto a encender la televisión (es broma, yo casi no bebo), mis amigos del plus me regalan la posibilidad de ver un interesante Lakers- Utah Jazz de los playoffs de la NBA.

¿Enfermizo? Seguramente. Pero cómo me gusta.


1 comentario:

  1. ufff alberto, yo tambien he vivido domingos asi, peor te olvidas de la formula 1 a las 9 de la mañana si es por asia o asi y algunos partidos de la acb a media tarde jejeje
    como molan todas esas oportunidades de ver deporte, si la parienta no incordia claro ejjeje

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