El Entrefútbol, en dónde la practica no lleva a la perfección

domingo, 31 de enero de 2010

El amo y señor del tenis

Domingo por la mañana en ese garito del fútbol que descansa en permanente resaca por los incuestionables falshes futbolísticos dejados la noche anterior. Sin que sea aún hora de abrir, la imágenes catódicas que inundan este antro de frikis deportivos que somos la mayoría representan a otros dos depostistas, tenistas en su caso, que con raqueta en mano se empeñan en ir tras una pelotita amarilla y pasarla de lado a lado de la red. Y en este deporte tan vibrante (aún guardo con admiración el mensaje de un buen colega que se congratulaba con un 'pero qué grande es el tenis') hay un tipo que es dueño de los mejores golpes y virtudes tenísticas, amo y señor, casi tan parejo a Dios, del tenis mundial a día de hoy. Lleva siéndolo años y solo una chinita, llamda Nadal, se interpone de cuando en en su camino.

Lo realizado esta mañana entre las 9,41 y las 12,22 por el genio suizo ante un buen Murray estas dos semanas pero falto de agresividad y confianza hoy (unido a leves percances físicos al final de partido) resultó sencillamente perfecto: el número uno del mundo ganaba por 6-3, 6-4 y 7-6 (11) y conquistaba su 16º título de Grand Slam de las 22 finales que ha disputado en su carrera, es decir, solo ha perdido, desde que en 2003 empezara a asomarse a este tipo de finales, seis choques, uno ante Del Potro el año pasado en el US Open y cinco ante Nadal, los Roland Garros de 2006, 2007 y 2008, Wimbledom 2008 y Australia 2009. Y como muestra de los incomparables que son estos registros, el mítico Sampras se quedó en 14, Bjorg en 11 y campeones como Lendl, Agassi o Connors poseen 8 títulos, mientras que Nadal tiene 6. Números bárbaros que dan fe de la regularidad y clase de Roger Federer, un sólido campeón a sus 28 años y que no da muestras de perder su hambre por seguir ganando con suficiencia a tenistas más jóvenes que él.

Pero el partido no fué tan plácido como marca el resultado, porque si bien muchos esperaban y querían 5 sets (yo entre ellos), que se dilucidara en 3 sets ¿da cierto cariz de facilidad para el ganador? Si y no. Si porque el suizo manejo el partido en todo momento, hizo lo que quiso, siempre mandó sobre el juego y únicamente no lo cerró antes porque tenía delante un futuro número uno. Y para argumentar el no acudiré a un simil futbolístico: en una fase de clasificación europea de la selección española de fútbol, no recuerdo bien si para el Mundial de Alemania 2006 o si para la Eurocopa de Austria-Suiza de 2008 (ambas fueron tensas desde el principio por el juego irregular de la selección), el por aquel entonces seleccionador español, Luis Aragonés se medio rebotaba con un periodista por la interpelación de éste último en torno al escaso juego brillante del equipo, a lo que ese entrenador tan gracioso como peculiar (siempre guardo dos imágenes grabadas de él: a la llegada del Mundial quiseron obsequiarle con una corona de flores estilo Hawaii y soltó un 'a mi no me cabe por el culo ni una paja' o ¿fué la cola de un langostino?, no sé, que mas da, que me lio, y la otra mirando un partido en chandal con sus gafas justo en la punta de la nariz) le espetó si no le gustó el 1-3 cosechado en Dinamarca, como si el hecho de meter tres goles fuera de casa en tres zarpazos aislados dotara al juego de espectacularidad. Ya se me ha ido la olla sobre lo que quería decir con todo esto, ah si, que Federer mandó pero que Murray estuvo muy cerca de alargar el partido, aunque por tenis y sensaciones no lo mereciera.

El genio de Guti


Los grandes genios siempre han sido un tanto extraños. Comparten esta virtud o defecto, depende del cristal con el que lo miremos, magos como Van Gogh, Goya, Kurt Cobain, Jimmy Hendrix, Michael Jackson o Gutiérrez. Son personajes que saben de antemano que hagan lo que hagan darán que hablar. No importa que se corten una oreja, que con sus pinceles sean capaces de retratar la parte más cruda de un enfrentamiento entre hermanos o que inventen pasos de bailes imposibles para luego dejarse caer en el olvido más triste. Por fortuna, nuestro genio de hoy no ha dado este último paso aunque a veces asuste con sus pequeñas rabietas.

Guti pudo lucirse con un gol que callase a sus críticos más feroces pero decidió callar a todo el mundo con una maravilla que sólo está al alcance de sus geniales botas. En el instante en el que todos los madridistas gritaban en su foro interno ‘Tranquilidad Guti, que no se te crucen los cables porque tienes el gol hecho’ él ya había visto la jugada en su cabeza. Antes que Riazor, antes que el resto del mundo. Comprobó que Benzema había intuido sus intenciones y engañó al portero rival: Disimuló, apuntó y no tiró. Taconeó y el delantero francés culminó.



Todo esto ocurrió cuando el partido de Riazor alcanzaba los cuarenta minutos de juego y el Real Madrid ya ganaba por un gol a cero. El miedo a las meigas (que haberlas hailas pero ayer debían de andar despistadas) sólo apareció en los primeros compases de un partido que pronto dominaron los blancos. La culpa de esto la tuvo la conjunción de un cuarteto de toque en la zona de creación. La alianza entre Xabi, Kaká, Guti y Granero resultó crucial. De la cabeza de este último salió el gol que supuso el inicio del fin de una maldición que ya duraba demasiado tiempo. La defensa del Depor despejó mal un centro de cabeza de Albiol que fue a parar a la cabellera de Granero que saltó solo y picó el balón para hacer su tercer gol de esta temporada. Pirata al abordaje en Riazor. Y todo sea dicho de paso, el canterano se irguió como el señor del centro del campo en la segunda parte. Quizás favorecido por el cansancio de Xabi Alonso y por la frescura que le da su juventud y sus minutos en el banquillo. No debemos jugar a ser Nostradamus pero si Pellegrini le diese más continuidad, el centro del campo madridista sería otra cosa. Más imaginativo y creativo.

En la segunda parte, con el embrujo a medio romper, el Real Madrid se relajó. Dio la victoria por segura y, como consecuencia, regaló confianza a su contrincante. Esto es lo que aún podemos recriminar a los de Pellegrini: Su falta de hambre cuando parece que las cosas ya están hechas. Y esta es una de las cosas que marcan la diferencia con el líder de la Liga. El Depor vio que la luz al final del túnel parecía más intensa que en la primera parte y comenzó a jugar y a robar metros en el campo contrario. El resultado de este cambio de ritmo fue un penalti tonto de Ramos a Riki que no venía a cuento. La pena máxima puso a prueba a Iker que, sin mucho trabajo en los ochenta minutos anteriores, acarició el balón pero no pudo evitar el gol. Con el Depor crecido el encuentro llegó a los minutos de descuento. Arbeloa asistió desde la derecha a Benzema que remató de primeras colocando el balón en las redes de Aranzubía por segunda vez en la noche.

Pese a su doblete de goles, el francés cedió el protagonismo al genio de la noche y a la jugada que salió de su mente. Una acción que debería estar expuesta en algún museo de fútbol si es que éste existe y que dará que hablar. Como todas las obras de los grandes genios.

Las maravillas del fútbol inglés



Siempre me hago la misma pregunta tras asistir a los puntuales momentos espectáculo que un jugador como Guti ofrece en la Liga Española: ¿sería Inglaterra un lugar más benévolo con el ‘14’ viendo los casos de otros jugadores como Anelka, Lampard, Gerrard o Fernando Torres? Yo pienso que sí. En España, como en casi todos los aspectos de la vida, tenemos la malvada costumbre de crucificar en un brevísimo espacio de tiempo a alguien que no alcanza lo que de él se espera.

Bien es cierto que el caso de Guti es muy especial. Es un jugador apático, desinteresado o flojo, como cada cual lo quiera tildar, pero tiene esa estrella que hace que sólo él tenga la capacidad de pensar cómo definir una clara ocasión de gol de la manera más complicada. Yo me pongo ayer en su lugar y seguramente en lugar de haber hecho ese tacón me hubiera salido una ‘Gravesinha’ y de las buenas (recordar compañeros que ya os deleité con una en una de las ‘pachangas’ que echamos en la Universidad).

Hablo de la Premier como una liga mucha más adaptada a este tipo de jugadores. Hemos visto como Fernando Torres está brillando en las islas tras pasar de la presión del Atlético de Madrid, a Anelka disfrutar y meter goles de todos los colores en más de un conjunto británico, o los casos de Gerrard o Lampard, futbolistas muy similares a Guti, intermitentes, pero que no cuentan con la presión del banquillazo o la grada cada vez que muestran su peor cara sobre el terreno de juego.

Nunca he sido un defensor de Guti ni lo voy a ser ahora. No comparto ni su estilo, ni sus excentricidades, pero sí me une a él su tipo de juego. Su toque, su pausa, sus pases entre líneas me parecen una maravilla mal explotada en los más de diez años que lleva en la primera plantilla del Real Madrid.

Su marcha parece cantada. No se sabe si se quedará en España o si su lugar estará en Italia, Inglaterra o en Bangkok, pero lo que parece claro es que Guti no ha mostrado todo lo que es capaz porque, bajo mi punto de visto, él mismo no ha estado interesado en ofrecerlo.

Preguntas retóricas a cambio de amapolas


Dime. ¿Por qué ese eterno deseo de jugar al gato y al ratón con el club de tus amores? Si ese club te ama y tu a él, también. Explícame. ¿Cuándo dejarás de querer ser un rebelde sin causa más? Cuando aparte de tener todo, tienes la causa para no tener que ser rebelde. Cuéntame. ¿Por qué esa constante lucha de egos en tu interior? Si ya sabes que eres una sola persona y has tenido tiempo suficiente para conocerte. Nada más y nada menos que 33 años. Por si aún fuera necesario, te refresco la memoria.
Comencemos por el principio y lo menos necesario para el caso que nos ocupa. Naciste en Torrejón de Ardoz un 31 de Octubre de 1976, Madrid. Quedémonos con esa última palabra clave: Madrid. Ingresaste en las categorías infantiles del Madrid -el Real- en 1985. Desde entonces tu vida ha estado ligada al club blanco. ¿Te suena eso del eterno canterano? En este club a lo largo de toda tu vida has hecho muchas cosas... A nivel futbolístico eres y has sido capaz de lo mejor y de lo peor. Irregular como tú solo, puedes ser la piedra angular y decisiva del equipo, o convertirte en la manzana podrida del grupo. El eterno suplente o el intermitente titular podríamos denominarte en tu club. No obstante, a día de hoy luces el brazalete de capitán, por debajo de Raúl -otro canterano- y, por encima de Iker, -sí, el de Móstoles, otro canterano-. En cuanto a palmarés, tienes 5 Ligas, 3 Copas de Europa, 4 Supercopas de España, 1 de Europa y 2 Copas Intercontinentales. Pero bien sabes, querido Guti, que podrías tener más... ¿Te suena esa espinita clavada llamada selección española? También sabes que si no has estado presente en las grandes citas de la roja, ha sido porque tú no has querido. Por aquel don tuyo de la bipolaridad...
Alejándonos un poco de los terrenos de juego, reconoce, que te gusta liarla. En la última rueda de prensa te da por repartir amapolas. En el último reportaje dedicado a tí en Informe Robinson, coqueteas con Italia para poner fin a tu carrera, cuando siempre has querido concluir en el Bernabéu... ¿Todavía crees que necesitas hacer estas cosas para llamar la atención?
En mi humilde opinión, partidos como el de anoche son la mejor prueba de tu grandeza, calidad y excelencia. Fuíste la gran sombra que tapó a Kaká y el foco que iluminó y guió a tu equipo en el campo de las meigas. Como has sido muchas veces. Pero como podría haber sido muchas más. De ser así, hubieras dejado de a ser el eterno canterano blanco, para ser un grande a nivel internacional con nombre propio. Todavía tienes tiempo. Aprovéchate. Culmina tu carrera profesional saliendo por la puerta grande de la Casa Blanca. Y quizás, Del Bosque también esté dispuesto a dejarte vestir la camiseta de la selección. Suena bien, ¿no?
En cuanto a mí. No te entiendo. Lo he intentado hacer siempre, pero he cesado en mi empeño. Es cierto que últimamente andaba indeferente antes tus actuaciones, declaraciones y amapolas. Ahora, definitivamente dejaré de ejercer como abogada del diablo para la eternidad. Se acabó la búsqueda de respuestas. O a este paso pacdeceré el Síndrome del Burn-Out gracias a tí.

Buena Suerte, José.

La apoteosis de la genialidad



Me rindo ante Guti. ¡Qué futbolista! El fútbol español no ha sabido aprovechar a este fuera de serie. Un auténtico jugadorazo de los pies a la cabeza que no nació para pasar desapercibido. Dentro y fuera de los terrenos de juego ha escrito una poética historia de rebeldía basada más en el rapto que en la continuidad. Así es este genio de 32 años, que ha hecho magia sobre los terrenos de juego a pesar de no sentirse nunca titular y de tener numerosos detractores. Dentro de sus mágicas apariciones se incluye la exhibición que ofreció este sábado en el estadio de Riazor, ese campo que fue una maldición para el Real Madrid durante los últimos 18 años. Pellegrini frotó la lámpara y de ella surgió el genio de José María Gutiérrez para acabar con el mal fario. Su actuación ante el Deportivo de La Coruña fue simplemente prodigiosa. Espectacular.

Su pase en el segundo gol del Madrid fue portentoso. A la innegable calidad en la definición de Benzema, que fusiló sin contemplaciones a Aranzubía, se añadió un detalle técnico cinematográfico. Sucedió en un mano a mano de Guti con el meta deportivista cuando el madrileño miraba defrente al gol. Lejos de fusilar al guardameta, Guti levantó la cabeza y optó por un taconazo imprevisible que le corona como un futbolista de otro planeta. Este gesto técnico no cambiará el destino de Guti, que optó hace años por practicar el fútbol de manera diferente. Cuando la vida se concibe desde la genialidad suceden estas cosas. No admite términos medios. No ocurre lo mismo con otros genios cuya grandeza no se cuestiona ni en los momentos más deplorables. Guti es excelente, o no es nada. Por esa ambición se entiende que no puede actuar permanentemente desde la excelencia. Sin embargo, siempre le quedará la satisfacción de reservarse acciones singulares, alejadas del repertorio habitual, para sentirse un privilegiado.

A pesar de que soy culé hasta la médula, no puedo discutir el talento de Guti. Me consuela saber que no soy el único aficionado del Barça que opina de la misma forma. Sin ir más lejos, un buen amigo me dijo hace tiempo que Guti es mejor que Césc Fábregas; y si no es superior a Xavi e Iniesta es por su irregularidad. Así es la vida, que siempre premia la constancia de los currantes, aunque también concede un hueco especial para los genios. Esos locos que están un paso por delante del resto de los mortales. Entre ellos se instala Guti, que está pidiendo a gritos un hueco en el equipo titular del Real Madrid. No siempre es necesario realizar inversiones astronómicas para tener la mayor calidad sobre el rectángulo de juego. A veces la excelencia se encuentra tan cerca que asusta. Por eso no sorprenden las caras que pusieron algunos ilustres madridistas cuando contemplaron el taconazo de Riazor.

Guti ha puesto de manifiesto que no hace falta buscar en el exterior lo que se tiene en casa. Surgen varias preguntas a este respecto, pero una de ellas es inevitable: ¿Por qué se pagaron 65 millones por Kaká? El brasileño es un gran jugador, un trabajador infatigable, tal vez el mejor contragolpeador del mundo. Pero sus recursos técnicos parecen más limitados al lado de Guti, que siempre tiene en mente una solución genial cuando la inspiración le acompaña. La impaciencia que predomina en el fútbol actual antepone otros criterios antes del arte de la improvisación. Por eso se concede un margen a Kaká y se duda de Guti, aunque finalmente siempre se impone la apoteosis de la genialidad. Guti ha vuelto a tener un hueco en el demandadísimo once merengue. Pellegrini se rindió a la evidencia. Muchos se preguntan si el seleccionador Del Bosque también sucumbirá a los encantos del 14 madridista y lo convocará para el Mundial de Sudáfrica. Sería un broche de oro a la carrera de un futbolista único. Mi amigo se llevaría una alegría. Yo tambien. Todo el mundo disfutaría de la magia de un genio del fútbol.

sábado, 30 de enero de 2010

Rojo Ferrari


Todo buen aficionado a la moda sabe que en el mundo de las telas, hilos y agujas el color más brillante y radiante es el ‘rojo Valentino’. El genial diseñador, ahora retirado del mundo de las pasarelas, ha sido el único en conseguir esa magnífica tonalidad.

Sin salir de Italia nos encontramos con otro rojo, el de Ferrari. La escudería del ‘cavallino rampante’ ha presentado su nuevo bólido, el que manejará Massa y Fernando Alonso, en Maranello. Lleva nombre de tecla de ordenador, F10, y rompe con el F60 que fracasó sin remedio alguno y con la saga de los ‘dosmiles’. Alonso tendrá en sus manos un coche más largo de lo habitual (en concreto veinte centímetros) con un morro estrecho y alto y curvas, muchas curvas por todas partes, que le hacen parecer más afinado.

Si nos adentramos en los detalles más técnicos veremos los neumáticos delanteros más estrechos, el alerón delantero es triplano y lo evolucionarán en Bahrein, los pontones son más tendidos y curvos al igual que el morro en su parte más alta y la tapa del motor es más voluminosa debido al depósito de combustible duplicado (esto es una consecuencia de las nuevas exigencias de la reglamentación técnica de 2010 que no permitirán repostar durante las carreras). Eso sí, el difusor permaneció oculto y sólo supimos de él por su diseñador, Tombazis, que afirmó que es “mucho más grande y prestacional”. Además, nos quedamos con las ganas de ver el F10 sobre la pista de Fiorano debido al frío y a la nieve que impidieron a Massa estrenar su nuevo juguete.



Fernando Alonso ha puesto su sello al F10: Ha simplificado el volante porque le resultaba demasiado complejo y ha dado una nueva inclinación al cockpit. El asturiano se refirió a los colores del F10 que no es rojo en su totalidad ya que ha cedido espacios al blanco: “Ya fue así en 2001 y 2003 y fueron años en los que Ferrari ganó…”

Tanta novedad sólo me produce una ansiedad incontrolable por ver al asturiano a bordo del F60 haciendo virguerías. Como adelanto, Alonso rodará el 2 y 3 de febrero en Valencia; el 9, 10, 19 y 20 en Jerez y tan sólo un día (probablemente el último) en Barcelona. Luego vendrá el GP de Bahrein (Sakhir) que se celebrará el 14 de marzo. Esta fecha marca el inicio de una temporada en la que los españoles podremos volver a soñar despiertos a bordo del F10 y en la que espero que el 'Fernan' vuelva a ser coronado rey del viento.

viernes, 29 de enero de 2010

Curiosidades del fútbol


A menos de cinco meses para el evento futbolístico del siglo, si, si, del siglo porque por primera vez España parte como favorita, el mundial de Sudáfrica ya está suscitando rumores sobre las posibles alineaciones e incorporaciones de nuevos jugadores a los ya habituales ganadores de la Eurocopa.

Normalmente suelen ser los jugadores los que más minutos copan en los espacios deportivos, caso de Raúl por ejemplo, pero si de alguien se ha estado hablando desde hace tiempo y con más fuerza en estas últimas semanas no ha sido de otro delantero sino de un portero, Víctor Valdés.

El azulgrana siempre ha preferido mantenerse al margen de los rumores y continuos comentarios acerca de su no internacionalidad aún habiendo conseguido grandes títulos con sus compañeros de equipo. A pesar de su discreción en este tema como profesional que es y de camino a obtener su tercer “Zamora”, este catalán de 28 años no puede disimular la ilusión que le haría si Vicente del Bosque le diera finalmente una oportunidad.

Pero, ¿qué pasa con este portero? ¿Por qué nunca ha sido llamado a las filas de la selección?

Ni que decir tiene que actualmente existe una fuerte competencia por los grandes porteros de los que hace gala la selección, como Casillas o Reina, sin embargo, Valdés sólo ha encajado 10 goles en 19 partidos de Liga y está encadenando actuaciones decisivas jornada tras jornada.

Tal vez su carácter chulesco e impulsivo o su imagen pueden haberle perjudicado y si por algo se han caracterizado los últimos seleccionadores españoles ha sido por la seriedad y el compromiso que exigían a sus jugadores.

Muchas son las teorías que apuntan a posibles soluciones a este entuerto: “un jugador con grandes títulos en su haber pero que no acaba de gustar”. Como siempre está en las manos del seleccionador confeccionar al equipo que mejor represente a España en el Mundial. Del Bosque aunque muy cauto ya ha reconocido los méritos del portero, ¿tendrá Valdés su oportunidad en 2010?

jueves, 28 de enero de 2010


Algo especial

Anoche tuve la fortuna de disfrutar de lo que a todas luces parece el nacimiento de un genio. Hablo de Sergio Canales, el chaval del Racing de Santander que a sus 18 años está acaparando todas las miradas dentro y fuera de nuestras fronteras. Y es que créanme, hay motivos para ello. En el partido de copa que enfrentaba a su equipo con el C.A. Osasuna, decidí fijarme casi en exclusiva (el partido en sí no me despertaba gran interés) en el chaval, y puedo asegurar que todas (sin excepción) sus intervenciones fueron especiales. Con especiales quiero decir que se salían de lo común, de la vulgaridad, de lo que con todos los respetos nos ofrecían sobre el césped Gonzalo Colsa, Aranda o el iraní Nekounam.

Su zurda resulta elegante a la vista como pocas. Su atrevimiento y descaro parecen insultantes. Pero lo más sorprendente me resultó su visión de juego. Hasta 5 clarísimos pases de gol en profundidad le recuerdo, pases que firmarían el mismísimo Guti, Iniesta o el “emigrante” Cesc Fábregas. Sencillamente genial.

El broche de oro lo puso con un magistral lanzamiento de falta que nos mostró que este rubio jugador de apariencia preadolescente es una inagotable fuente de recursos. Listo ha estado el Madrid en apresurarse en su fichaje. Esperemos que las luces de la fama no deslumbren a este fenómeno en ciernes. De no ser así, estamos ante un auténtico CRACK.

domingo, 24 de enero de 2010

Largo domingo de noviazgo


Adiós a un largo domingo de noviazgo. Hasta siempre fiel amante de todos los corazones blancos. Llega el amargo momento de la despedida y llega -cómo no podía ser de otra manera- en domingo.
Todo empezo el verano de 2006. El holandés estaba "ennoviado" con el Manchester United, pero hacía tiempo que ya había comenzado su coqueteo con el Real Madrid. Finalmente, en julio de este mismo año, prometió a los blancos un bonito compromiso de tres temporadas -inicialmente-. Así, comenzó su historia de amor.
Llegó a la Casa Blanca no con ganas de conseguirlo todo -como la mayoría-, sino de darlo todo, -como los mejores-. Gol a gol, jornada tras jornada, fue cumpliendo su promesa. Afianzando su compromiso con ilusiones. Estuvo en los momentos buenos -aún le recuerdo cantando en el Ayuntamiento de Madrid "campeones, campeones" con su acento holandés-celebrando la liga ganada con Capello en 2007. Un año más tarde llegaría la de Schuster.

Pero como las grandes personas, las que quieren de verdad, también estuvo en los malos. Sin reprochar nada al club cuyo escudo reposaba en su corazón cada partido. Titular y suplente a partes iguales, por culpa de sus lesiones, nunca fue infiel al Real Madrid. Nunca habló mal de su media naranja -mejor dicho, merengue-.

Cuando llegaron nuevas novias para el club procedentes de su patria, fue el anfitrión perfecto, sin celos ni rencores. Hunterlaar, Robben, Sneijder, Van der Vaart, Drenthe... Todos ellos encontraron cobijo y apoyo, al amparo del hombre de la amplia sonrisa. Cuando se marcharon despechados entendió a sus compatriotas, pero jamás tiró piedras al tejado blanco, al suyo.

Habrá que dejarle marchar
"Si cuento hasta siete y el tren no ha entrado en un túnel o el revisor no viene, Manech está muerto; uno, dos tres, cuatro, cinco..." decía uno de los protagonistas de la película que da nombre a este artículo, Largo domingo de noviazgo. " Si cuento hasta siete y Van Nistelrooy no ha salido al terreno de juego vestido de calle, Ruud, se queda" tal vez piensen hoy muchos blancos -como una servidora- minutos antes del partido. Pero la realidad no participa en Juegos de Niños. Habrá que dejarle marchar...

Fiel a su estilo, Van Gol, no se va con la más guapa, sino con la menos fea. Quiere jugar, porque en definitiva quiere ser feliz. Y en el Hamburgo tendrá continuidad. Quiere morir profesionalmente con las botas puestas, porque quiere decir adiós al fútbol vestido de naranja. Y quiere hacerlo con La Orange. Habrá que dejarle marchar...

Van Nistelrooy nunca fue un galán como Beckham. Sino un señor. Y por ello quedará para siempre grabado en la memoria blanca. Es cierto que este romance tal vez tenga sabor agridulce. Pero no por terminar, las historias de amor dejan de ser bonitas y han de ser olvidadas.

Esta tarde el Bernabeú abrazará con sus aplausos a Ruud. Le dará un beso en la mejilla con sus cánticos. Y le deseará la mejor de las suertes al corear su nombre al unísono. Pero sobre todo, le agradecerá este eterno domingo de noviazgo.

Hasta siempre Ruud...

sábado, 23 de enero de 2010

Gracias por todo 'Van Gol'


No puedo ocultar mi pasión por el país de los tulipanes. Y no me entiendan mal. Mis pies han pisado Amsterdam tres veces en los últimos tres años por culpa de un Interrail y de los erasmus de grandes amigos. Visita obligada el Museo Van Gogh y la casa de Rembrandt (aunque sé que son caros...) Mi pasión por el arte es incontrolabre. Mi pintor preferido, siempre por detrás de mi amado e idolatrado Velázques, es Jan van Eyck autor del cuadro 'El retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa' más conocido como 'El matrimonio Arnolfini' y que descansa en la National Gallery de Londres a la que le guardo un pedazo de mi tiempo siempre que piso la capital inglesa. La perfección del cuadro es total. La minuciosidad de los detalles impresionante. Una genialidad.

Tampoco me sonroja reconocer que vaticiné que la Eurocopa que reposa en vitrinas españolas lo haría en las holandesas. Culpa de mi afición naranja en el verano de 2008 la tiene Ruud van Nistelrooy. Gran jugador y mejor persona tal y como me cuenta una conocida que es vecina suya. O lo era.

Van Gol se va del Real Madrid porque con 36 años aún tiene hambre de goles y de títulos; parece que en el equipo blanco podría conseguir esto último (así lo quiera la diosa fortuna) pero no lo primero porque por delante de él tiene delanteros más jóvenes y asentados en el equipo titular de Pellegrini. No me atrevo a decir mejores. Su próximo destino es el Hamburgo y sus objetivos más inmediatos, la Champions League y el Mundial de Suráfrica.



Ruud fue uno de los líderes, con cada uno de sus goles, de la remontada del Real Madrid de Capello en 2006-2007. Lo mismo hizo en la que consiguieron los madridistas en la temporada 2007-2008 a las órdenes de Schuster. Luego vino la lesión y su larga recuperación. Ni siquiera la adversidad consiguió borrar la sonrisa franca del rostro del holandés. Cuando estuvo listo regresó al terreno de juego y se volvió a romper haciendo un gol mientras rememoraba su particular idilio con las gradas del Bernábeu el 20 de septiembre de 2009.

'Van Gol' se va del Real Madrid con un saco lleno de alegrías, triunfos, remontadas heroicas e inolvidables y goles, mcuhos goles. En 68 partidos que jugó en Liga con el Real Madrid marcó 46 goles. Un promedio goleador sólo superado por Puskas, Hugo Sánchez y Di Stéfano. Mañana el Bernábeu le rendirá el homenaje que se merece.

Suerte Ruud. Y gracias, muchas gracias por todo.

Sueños de campeones


¿Recordáis? Seguro que este video os ha traido muchos recuerdos a la mayoría de vosotros. Tras él me veo en la gustosa obligación de comentar el formidable artículo de nuestro camarada Mateo. Comparto vuestros elogios hacia este alumno aventajado de Bill Simmons. Su ingeniosa y brillante exposición merece capítulo aparte. He disfrutado leyendo su opinión sobre la teoría de las compatibilidades futbolísticas que, añado yo, podría ser materia para una asignatura de la carrera de Periodismo e incluso aplicable a un módulo de un Máster. Por pedir que no quede. Pero vayamos al asunto de debate: la compatibilidad o incompatibilidad de simpatizar con dos equipos al mismo tiempo. Ser hincha de un equipo es un derecho fundamental, lo sé. Sentir unos colores implica muchas cosas, lo reconozco. Tantas que al final se establece una alianza con tus colores más fuerte que el compromiso que rige muchas relaciones de pareja. Nuevas experiencias se pueden vivir con muchas personas; grandes emociones, con muy pocas. Llegados a este punto optaré por retomar el asunto de debate y no me meteré en el espinoso jardín de las relaciones de pareja para no encontrarme hortalizas al vuelo durante mi sesuda reflexión. El garito no se hace cargo de las consecuencias que puede acarrear un uso inapropiado de su barra libre.

Mi primer recuerdo futbolístico es un tanto curioso. Me remonto al año 1992. Final de la Liga de Campeones en Wembley. Yo tenía 8 años y recuerdo una tarde de jueves, sentado en el sofá del salón de mi casa, después de hacer los deberes, en la que ví por televisión la repetición de un partido de fútbol que se había jugado la noche anterior. Al parecer había sido la monda pero yo apenas entendía el revuelo generado por unos hombres vestidos de corto a los que asociaba con los personajes de mis dibujos animados preferidos "Oliver y Benji", la serie de animación que marcó la infancia de toda una generación de españolitos. Mientras unos desconocidos se disputaban a cara o cruz un torneo del que no sabía ni el nombre (santa inocencia) mis padres fueron las víctimas de un despiadado interrogatorio a cargo de un mocoso que soñaba día y noche con Oliver Aton, mi primer ídolo. ¿Por qué van a abrazar los de naranja todos al rubio (Ronald Koeman)? ¿Y por qué llora ese calvo (el jugador de la Sampdoria Lombardo)? ¿Y qué pasa después del gol de los de naranja? Estas preguntas iban acompañadas de expresiones como "¡bah! A Benji (el portero que protagoniza los citados dibujos) seguro que no le meterían ningún gol", "si jugase Oliver nadie le quitaría el balón" o "que se fastidien los de azul porque Mark Lenders es tonto". Así viví uno de los mayores éxitos de la historia del Barcelona, su primera Copa de Europa. A partir de ese momento empecé a sentirme fascinado con ese equipo que jugaba como el New Team, mi equipo de dibujos animados.



Creo recordar que ese mismo mes de mayo fui con mi padre a ver mi primer partido de fútbol. Era un Sporting-Sevilla en El Molinón y al pobre hombre le tocó aguantar con resignación espartana el chaparrón de mis particulares apreciaciones. Supongo que en un intento por eludirme, él trataba de seguir el partido aunque tampoco es un devoto del fútbol, para qué nos vamos a engañar. Pero apenas le dí opción en los 90 minutos. Pregunta va, pregunta viene con constantes referencias a los dichosos dibujos animados. Os imaginaréis en qué consistieron mis castigos durante aquellos maravillosos años. No sé si fue a raíz de mi pesadez durante ese partido, pero mis padres me castigaron sin ver "Oliver y Benji" hasta el verano, ya con las notas encima de la mesa. Mi inmensa fortuna es que mi abuela siempre se encargaba de mediar para levantarme la sanción. Fijaros bien mi grado de obsesión con la dichosa serie que no me cortaba en predicar a los cuatro vientos que mi novia era Patty, la fan número uno de Oliver. "Que sí, de verdad, os juro que es mi novia, salimos juntos a jugar a fútbol todos los días. Ella me viene a ver y grita cuando meto gol", decía con un descaro insultante al primero que se cruzaba en mi camino. La familia alucinaba conmigo. Sí, fuí un buen trasto.

Con el paso de los años fui sentando cabeza (espero). Valoré más el fútbol de verdad, el de los domingos por la tarde. El Real Madrid era el club más laureado al principio de la década de los noventa y más de un amigo de mi padre intentó inculcarme los valores del madridismo. Pero sus intentos no fructificaron. Toda mi pasión recayó en el Barça a pesar de que no acumulaba tantos títulos. Me hechizó su trayectoria y su forma de entender el juego de meter el balón entre los tres palos. Al Madrid, sin embargo, lo asociaba con el Tohu, el equipo de Mark Lenders, el gran rival de Oliver Aton. Yo ya estaba casado con el Barça. Gozaba con sus victorias y sufría con sus derrotas, en la salud y en la enfermedad, así y siempre por todos los días de mi vida, llegando a llorar desconsoladamente cuando perdió 5-0 en el Santiago Bernabéu y El Sardinero en la Liga 1994-95. Después de ver triunfar al Barça ganando 4 Ligas consecutivas al más puro estilo del New Team, no entendía cómo se apagaba la estrella del genial bloque que había formado Johan Cruyff, el artífice de la edad dorada del Barça, al que relacionaba con Roberto Cedinho, el valedor de Oliver Aton. A partir del auge y caida del proyecto de Cruyff comencé a volcarme con el fútbol que practicaba el Barça. Romario, Stoichkov, Kodro, Guardiola, Figo y Ronaldo pasaron a a ser mis referencias. Cuando podía lo veía por televisión, pero generalmente tenía que seguir los partidos por la radio. Daba igual. El caso es que sentía una emoción similar en cualquier caso. Había germinado un sentimiento a prueba de alegrías y decepciones, que no ha desaparecido hasta el momento actual, en el que mi querido Barça es el rey del fútbol mundial. Ha habido que padecer muchos sufrimientos hasta llegar a este punto, pero la espera ha merecido la pena. El New Team de mis sueños ya es una realidad y Aton ha derrotado a Lenders.

Pero no me olvido del Sporting de Gijón. Por supuesto que siento los colores del equipo de mi tierra que ya es, por categoría, el primer equipo de Asturias. En el caso de que se enfrente al Barcelona, apuesto por el empate. Es imposible que me decante más por unos que por otros aunque la cabeza y el corazón entren en disputa. El Sporting me grabó a flor de piel unos valores de esfuerzo, lucha, valor, trabajo y coraje fraguados en la meritoria labor que realizan los técnicos y responsables de la Escuela de Fútbol de Mareo, una de las mejores canteras del fútbol español. Así pude disfrutar con los andanzas de Abelardo, Juanele, Manjarín, Luis Enrique, Ablanedo, David Villa y Pablo Álvarez, entre otros. Desde aquella accidentada primera vez, muchas fueron las noches de fútbol de élite que disfruté desde las gradas del viejo Molinón. Y el desastre que llevó al equipo a las catacumbas de la segunda divisón del fútbol español encendió más la llama de mi pasión hacia el Sporting. Menuda travesía del desierto que tuvimos que vivir en Gijón...Os prometo que algún día escribiré sobre cómo fue la década más negra de la historia de un club señero del fútbol español. Entre problemas judiciales, líos económicos y desastres deportivos fueron diez años de agonía permanente. Aún así, los sportinguistas tuvimos nuestros momentos de gloria cuando veíamos que el equipo se acercaba mínimamente a los puestos de ascenso. Luego la expectación se desvanecía al ver que el equipo no se mantenía en los puestos altos de la tabla. Esa rabia acumulada explotó el 15 de junio de 2008 cuando el equipo volvió a Primera. Fue una de las tardes más emocionantes de mi vida. Jamás la olvidaré. Desde aquel domingo irrepetible llevo grabadas a fuego en la memoria de mi pensamiento las palabras que el gran Pepe Domingo Castaño dedicó a la afición después del ascenso frustrado de la temporada 2003-04: "Volverá El Molinón a ser un templo donde el fútbol camine hacia Primera; volverán más de 20.000 almas a vestir de corto su sentimiento...El hermoso ejemplo de una afición que es capaz de caer y levantarse; y de venir aquí, a repetir, que ser sportinguista ye mucho y que Gijón es la patria querida del fútbol de Primera". Gracias Pepe. Gracias Preciado. Gracias Sporting. ¡Puxa Asturies!

jueves, 21 de enero de 2010

Toca escoger, no hay de otra

Me ha sorprendido una cosa desde que llegue a España. En realidad me han sorprendido muchas, entre ellas mola, guay y demás expresiones. Pero lo que más me ha causado gracia ha sido la dualidad que tienen los fanáticos españoles. Todavía no he podido entender cómo se puede ser fanático de dos equipos del mismo país que en ocasiones se enfrentan.

Con el permiso de Jairo (Madrid y Recreativo), Brais (Celta y Barcelona) y Alejandro (Gijón y Barcelona) y otros, no puedo creer que se pueda ser hincha de dos equipos. La noción, en principio, es muy linda. Es una situación ideal para el fanático del fútbol: tienen el privilegio de apoyar a un grande - celebrando títulos y victorias - y al mismo tiempo pueden sentir la ternura y solidaridad de apoyar a un equipo pequeño. Pero ya quisiéramos que la vida fuera color rosa.

Dos es mejor que uno, pero no se puede

El problema llega cuando los dos equipos se enfrentan y toca escoger un bando. Jairo, en su entrada, dice que siempre quiere que gane el Recre, a menos que juegue contra el Madrid. "… me hice seguidor incondicional del Recreativo de Huelva. Solamente el Real Madrid, mi equipo de toda la vida, sigue estando por encima." La palabra incondicional, por su naturaleza, implica que las condiciones no afectan la decisión, que el resultado no está expuesto a las condiciones que lo rodea. De esta forma, ni el Madrid podría condicionar la decisión de ser fiel al Recreativo.

Ser hincha es un derecho fundamental, inalienable. Eso quiere decir que uno no puede cambiar sus colores dependiendo del partido. Toca o uno u otro. Es como si uno tuviera una novia, y le dice que va a ser totalmente fiel, al menos que llegue la ex novia a visitarlo a uno. Les aseguro que estarían en la calle en dos minutos. Y así es con el fútbol.

Tu cara después de decirle.

Por eso vengo a poner una regla: lastimosamente, sólo se puede ser aficionado de un equipo. A todos les recomiendo que piensen bien su decisión, porque ya todos saben que uno puede cambiar de sexo, de mujer, de casa, pero nunca de equipo. Aunque tarde, todavía están a tiempo de decidir.

¡8 años Mou!


Era el minuto 88 y el Inter de Milán, jugando de local, perdía 2-3 contra el último equipo de la Serie A, el Siena. En esos minutos, donde las esperanzas casi se pierden, pareció que el rocío de un milagro pasó por San Siro y un tiro libre de Wesley Sneijder empataba el encuentro. Pocos minutos después, en pleno tiempo añadido, el muro Walter Samuel jugando de delantero, como le ordenó su alocado entrenador, marcaba el tanto de la remontada. 4-3 ganaban los neroazzurri en un partido no apto para cardíacos ; y José Mourinho, el alocado entrenador, cumplía ocho años sin perder en liga jugando en calidad de local.

Sí, ocho años invicto en partidos de liga como local, que se dicen fácil, pero vaya que es otra historia hacerlo y vivirlo. Y es que la última vez que este polémico "coach" nacido en Setúbal perdió en casa en una liga, fue el 23 de febrero de 2002, en un partido donde el Oporto cayó derrotado frente al Beiramar 2-3.

Desde ahi, Mou, el Special One, inició el camino (tal vez sin imaginarlo) para lograr ésta hazaña, imponiendo un récord jamás realizado. Para muchos un récord que más allá de ser asombroso, parece desquiciado, porque surgen interrogantes semejantes a ¿Cómo es posible que en ocho años Mourinho nunca ha perdido como local en un partido de liga?.

Loco, asombroso, inalcanzable o posible... lo cierto es que Mou tiene este peculiar récord, que habrá que hurgar bien en las biblias del fútbol para encontrar otro entrenador que lo haya logrado (de hecho, ninguno).

Nos viene a la cabeza pensar en Ferguson, Sacchi, Trapattoni.... en el mago Herrera, pero no encontramos que un entrenador en el fútbol haya hecho un récord semejante. De Guardiola, actual entrenador que posiblemente en el futuro batirá récords inimaginables (ya tiene el de los seis títulos), al menos tendremos que esperar ocho años, ¡a ver si lo logra!.

Pero, más alla de que algún día alguien lo iguale o supere, también habría que ponerse a meditar cómo Mourinho, este antipático entrenador de fútbol que casi todo el mundo aborrece pero que en todos los equipos donde ha pasado deja una huella en el corazón de sus hinchas, pudo lograrlo.

Para resumir los ocho años invicto que tiene en calidad de local en liga, Mou obtuvo éxitos paralelos increíbles, donde con el Oporto en 2003 ganó una Súper Liga portuguesa, rompiendo el récord de puntos alcanzados en una temporada en Portugal con 85 puntos; además ganó una copa portuguesa y la Copa UEFA. Como si esto no fuera mucho, la temporada siguiente volvió a ganar la Súper Liga portuguesa y la más preciada de todas las copas en el fútbol internacional: la orejona.

Sí, para ese entonces Mourinho ganaba una Champions League con un equipo por el que nadie habría apostado un sólo centavo, en una mágica temporada donde su equipo eliminó al Olympique de Lyon, Deportivo de La Coruña, Manchester United y derrotó 3-0 al Mónaco en la final. ¿Nada mal no?.

En 2004 arribó al Chelsea, donde como primer trofeo obtuvo la Copa de la Liga Inglesa (la Carling Cup), al batir al Liverpool 3-2; el Chelsea así ganaba su primer título de la liga inglesa tras 50 años, algo histórico y que lo dejó en la memoria de los hinchas del Chelsea para siempre. Asimismo, Mou añadió a su palmarés en la temporada 2005/06 el bicampeonato de la Liga Premier, obteniendo así su cuarto título de liga consecutivo como técnico. En la premiación, sucedió una Mourinhada, después de la ceremonia Mourinho lanzó su medalla y su blazer hacía el público. De inmediato, le entregaron una segunda medalla pero él la volvió a lanzar al público. Luego, declararía: "lancé las medallas porque eran idénticas a la que gané el año pasado, por lo que no necesito otra, mejor que se la queden los seguidores del Chelsea, que se la merecen".

En la temporada 2006/07, el Special One ganó nuevamente la "Carling Cup" venciendo al Arsenal, y la final de la FA Cup en la inauguración del nuevo estadio de Wembley, donde derrotaron al Manchester United 1-0.

Luego, dejó el Chelsea y llegó al Inter en 2008, donde ganó una Súper Copa Italiana a la Roma y guardó en su vitrina el Scudetto de esa misma temporada, siendo un entrenador polémico y criticado por la prensa, pero para muchas personalidades del calcio, entre éstos Arrigo Sacchi, lo denominaron como un nuevo gurú, un innovador del fútbol moderno. Actualmente sigue comandando el Inter, que va de primero en la Serie A y Mou personalmente, está en camino de ganar su segundo Scudetto en fila.

Lo bonito del récord de Mourinho y de los innumerables títulos que ha logrado paralelamente en el camino, es que la próxima vez que el Inter juegue en liga como local, para defender dicho récord, será el domingo contra su eterno rival: el Milan.
Un partido que disputarán el primero contra el segundo de la clasificación, por lo que será un derby histórico, apasionado y dramático. El mejor en los últimos tiempos sin duda, pues hacía ya muchos años, exactamente desde 1993, que el campeonato italiano no se decidía entre los dos clubes de Milán, una Serie A reñida sólo por lombardos, por lo que el próximo domingo en la noche será memorable.

Esta vez, Mourinho quizás podría perder su invicto, acabar su mágica hazaña, detener su récord; o quizás podría alargarlo y seguir escribiendo la historia del fútbol.... de todas formas, gane o pierda, Mou tendrá en su memoria ¡8 años hermosos para recordar!.

miércoles, 20 de enero de 2010

RECRE, FUE DURO DESPERTAR ASÍ DEL SUEÑO



El fútbol a veces es duro. Demasiado duro diría yo. Sobre todo para los equipos modestos, ya que si un grande pierde, sabe que volverá a ganar en breve. Quizás por el gusto a sufrir, como ya he explicado en este blog, hace ya unos 10 años, me hice seguidor incondicional del Recreativo de Huelva. Solamente el Real Madrid, mi equipo de toda la vida, sigue estando por encima.

Y es que el fútbol fue muy duro con el equipo recreativista el pasado jueves. Fue Como un sueño, del que te despiertas de repente, sin apenas creértelo. Aún recuerdo la ilusión con la que compré la entrada (Pensaba ir aunque el Atlético hubiera goleado en la ida. Lastima de 3 a 0 desperdiciado), la ilusión con la que me traje de Valladolid mis camisetas, bufandas y pañuelos del Recre para llevarlos al campo, la ilusión que tenía desde el fin de semana antes del partido, la ilusión que tenía ya ese día del partido, la ilusión con la que cogimos el metro camino del estadio, la ilusión con la que entré al Calderón (y eso que era la cuarta vez que veía al Recre en ese estadio)…

Y es que tener la posibilidad de ver a tu equipo, un equipo humilde, meterse en cuartos de la Copa del Rey, con posibilidades serias de meterse en la final, ya que jugaba contra otra segunda…Pues es un sueño muy bonito, que quizás no vuelva a ver en toda mi vida. Ay como recuerdo también aquella final de Elche y aquella ocasión que marró Raúl Molina a los 5 minutos con 0 a 0 en el marcador…

Y es que el partido empezó bien, ya que el Recre aguanto los 3 goles hasta el minuto 20. Pero luego llegaron 3 goles antes del descanso, que hacían prever una tragedia, refrendada por el cuarto gol en el segundo tiempo. A pesar de que Barrales y Fornaroli habían creado su peligro para el Recre en esta segunda mitad, fue Carmona, el de las botas amarillas, con su gol, el que nos hizo explotar de alegría a los apenas 30 aficionados onubenses que estábamos en las gradas. Lo que celebré ese gol, nunca lo olvidaré. No sabía ni dónde estaba, solo me apetecía celebrarlo. Encima en la casa delAtlético, un rival de mi equipo de toda la vida, el REAL MADRID. Emoción, alegría, satisfacción, rabia contenida….Miles de sentimientos inundaron mi cuerpo en ese momento, ya que el recre volvía a estar clasificado. Sin embargo un gol de Simao a 7 minutos del final, volvió a hacer imposible la gesta recreativista. Solo me queda hacer unas reflexiones: Probablemente no vuelva a tener una oportunidad de ver a mi Recre en semifinales de la Copa (Con todos respetos al Celta), el fútbol es muy duro e injusto sobre todo con los humildes, nunca pensé que una derrota me costara tanto olvidarla y apartarla de mi cabeza, esperemos tener una alegría similar viendo al REAL MADRID GANANDO LA COPA DE EUROPA, y sobre todo, RECRE FUE MUY DURO DESPERTAR ASÍ DEL SUEÑO. GRACIAS POR TODO RECRE.

lunes, 18 de enero de 2010

Libertad para el Tigre


(Opinión)



Está nota podría ser mal vista por los puritanos. Tal vez no sea del gusto de quienes vieron mal a Galileo y a Juana de Arco. Pero para mí Tiger Woods es una víctima del purismo exagerado de quienes se hacen sacros santos romanos en tiempos de google y youtobe.
Aunque esto pueda traer consigo ataques hacia el autor, lo admito, lo declaro: he mentido, he engañado, he sido falso solo para alcanzar los placeres de un cuerpo femenino que conoció un “yo” que no existía. Levanto la mano. Soy culpable.
Pero soy tan culpable como millones (ambos sexos) que día tras día convierten el mundo en un planeta de placer. No somos héroes, no somos santos, somos hombres que hemos fallado, sobre todo a nosotros mismos... por favor si les molesta tiren la primera piedra...
Woods ha pasado de ser un héroe a ser un anti todo. Era Súperman un día y al siguiente Hannibal Lecter. No matemos a un hombre arrepentido, golpeado, que ha tenido que enviarles a sus hijos los regalos por correo, que ha dejado la más grande carrera del golf de la historia para estar encerrado.
No pensemos que un atleta es un ejemplo. No, son seres humanos, con virtudes y defectos. Que se equivocó, es cierto, pero desde este rincón del mundo lo defiendo. Porque arrepentirse es parte de la vida. ¿Alguien no lo ha hecho?
¿Acaso el perdón no es noble? Si queremos cortar cabezas podemos hacerlo siempre, pero empecemos por la nuestra. La cárcel que vive Tiger es castigo mayúsculo. Por suerte en estos momentos cuando descubres a tus verdaderos amigos. No llores Tigre… la vida sigue. Mea culpa. Pero no somos la puerta del cielo.

domingo, 17 de enero de 2010

Cuando es un placer perder parte de la poca credibilidad que le queda a uno

No hablo del Madrid, sino de mí. Vale, he de reconocer que seré un llorón, un victimista o un derrotista como algunos me llamaron ayer, pero nunca me alegré tanto de que mi equipo me dejara en evidencia. Pero ayer aprendí una cosa: como me dijo cierto día un sabio de la vida "nunca escribas o hables de lo que no sabes ni entiendas", y comprendí que nunca podré entender lo que los madridistas sienten al acudir a San Mamés porque no estoy en ese bando, esas sensaciones las desconoceré siempre, y aunque el Athletic también tenga sus campos malditos donde la presión y los insultos (la estrategia de San Mamés ayer con el Madrid, las formas quizás pudieran suavizarse) son abundantes, nada será comparable con lo que los merengues viven siempre en Pamplona, Bilbao o Riazor, curiosamente tres salidas consecutivas para los de Pellegrini. Solo puedo concluir que mi equipo me confunde, aunque últimamente para bien.

sábado, 16 de enero de 2010

Invictus


Nominada a tres Globos de Oro: Mejor actor principal, mejor actor de reparto y mejor director. Candidata en los premios SAG y en los de la Crítica además de un sinfín de triunfos cinematográficos. Esta es la carta de presentación de Invictus, la nueva película de Clint Eastwood, que llegará el 29 de enero a las pantallas españolas.
El año que acabamos de estrenar viene marcado por el Mundial de Sudáfrica en el ámbito deportivo. Pero este país no sólo será protagonista en el mundo del fútbol. El cine también se ha rendido al país de François Piennar, jugador de rugby y capitán de los Springboks campeones del mundo en 1995.

El factor humano: Nelson Mandela y el juego que cambió el mundo. Así se titula el libro de John Carlin en el que se ha inspirado Eastwood para dirigir Invictus. La cinta está basada en hechos reales. En 1995, poco después de que Mandela se convirtiese en presidente de Sudáfrica tras su paso por la cárcel, el país celebró el campeonato del mundo de rugby. Un hecho insólito. Durante muchos años habían sido excluidos de las competiciones debido al apartheid.
Con la ayuda de la estrella de rugby François Pienaar, Mandela impulsó y utilizó este evento para acabar con el odio y la desconfianza existente entre la población blanca y negra del país.

Morgan Freeman se entrega en cuerpo y alma para dar vida a Nelson Mandela. Nos regala una interpretación ejemplar que sólo puede ser disfrutada, todo sea dicho de paso, en versión original. Acento surafricano y una forma pausada de decir las cosas. Matt Damon se mete en la piel del capitán de los Springboks, François Pienaar, de forma excepcional. Si a esto le sumamos un grupo de secundarios sólido y mayoritariamente desconocido, la sensación de "realidad" es casi perfecta.

Una potente puesta en escena y un sentido del espectáculo único hacen de la cinta una historia interesante y emocionante incluso para los que no tienen ni idea de rugby. Y es que este deporte tiene una fuerza arrolladora en la película de Eastwood. El relato del director atrapa. Por unos segundos sentimos y padecemos esta historia clásica de perdedores. Encontramos redención y la victoria como meta. Una de las que cuesta alcanzar. En esto consiste la magia del deporte...

viernes, 15 de enero de 2010

El Madrid en San Mamés. Excepto Casillas, nada que temer, lamentablemente

CARLOS OLEAGOITIA

Ya las cosas no son como antes. Parece la sentencía de alguien que añora épocas antiguas, pero en lo que respecta a los partidos Athletic Club de Bilbao-Real Madrid disputados históricamente en San Mamés, solo haré referencia a la última época, aquella que de mediados de los noventa a esta parte ha vivido varias fases de intensidad y tendencias vicotriosas para unos o dinámicas derrotistas para otros. El Madrid desde siempre ha tenido varios campos malditos, por el empuje de la afición rival y el supuesto odio que se les profesa, a los que ha temido en demasía. Pamplona y Bilbao sugieren escenarios de duelos a muerte, de los que el equipo grande ha sabido salir airoso en muchas ocasiones.

Con respecto a la capital vizcaína, aún no entiendo este miedo. Como todo aficionado del Athletic, siempre se tiene al Madrid como un equipo casi imabtible, de una potencia y pegada que a menudo se atragantaba a los leones. Hace unos diez años y hasta hará unos 5 años, coincidiendo con la época dorada de los Julen Guerrero y Joseba Etxeberría, más alguna ayuda puntual en campañas sueltas de Isma Urzais, Santi Ezquerro o Tiko, siempre flotaba en el ambiente de San Mamés la sensación de que se podía ganar al Madrid e incluso se dieron gestas de grandes remontadas (lo mismo al Barça), pero últimamente dichas posibilidades, es decir, ganarle al Madrid, remontarle e incluso jugar bien, parecen descartadas para los jugadores bilbaínos, no así para los hinchas rojiblancos.

Si hubiera que medir estos duelos por el mero hecho futbolístico, nos llevaríamos tal paliza que mejor sería no slatar al campo. Pero esta alegría que me da el hecho de que el futbol no sean matemáticas exactas y que el pequeño de vez en cuando pueda comerse al grande, me embajona sobremanera, porque no hay nada más triste que recurrir al factor presión y al ambiente extradeportivo para batir al poderoso, como en esas ocasiones que en ajedrez y en partidas a tiempo el débil y el que pierde clamorosamente se esconde y alarga la partida cobardememente para acabar ganado por tiempo. Como diría el gran Jose María García: "qué pena... y qué triste".


Que yo no os etiendo, madridistas, cuando venís acojonaos a Bilbao, si llevaís años de tendencias victoriosas aquí, y mal que me pese, sois muy superiores. Hay años en que la fase de la temporada en la que toque el partido puede hacer que uno u otro estén jugando mejor y se vean partido espectaculares, caso del año pasado, donde ambos equipos jugaron al ataque. Del árbitro ni se habla antes del partido (como si fuese un pacto entre caballeros), pero una vez concluido el partido, seguro que el trencilla y su actuación salen a colación, y más este año, donde la teoría del villarato es un mini-género que puede alargarse y enrevesarse como cualquier buen chicle.

Deportivamente, las armas blancas todo el mundo las conoce. Con Higuaín lesionado, Benzema seguro que se muere por reivindicarse, mientras que Cristiano, a quien seguro martirizarán las gradas, siempre tiene hambre de gol y Kaká no puede permitirse el lujo de no ser uno de los cracks del equipo. Y por no dirigirme al banquillo, donde ese chileno que rige los designios de la neo-galaxia blanca, siempre que pasó por Bilbao con el Villarreal nos goleaba inmisericordemente. Respecto a los leones, la baza goleadora de Llorente es fácilmente taponable, pero como tenga un buen día, es nuestro crack y algún destello seguro que deja. Después, si Yeste está en el campo, yo siempre estoy tranquilo, podrá ser un pasota pero si se motiva y le da por jugar... bueno según pensaba como terminar la frase, me di cuenta de que Fran "ya no está pa ná", aunque no esté acabado, pero mejor no ahondo en ello. Y finalmente, nuestra nueva joya de 17 añitos, Muniain, apunta a suplente y a revulsivo en el segundo tiempo.

Si el Real Madrid más o menos ya le tiene tomada la medida a San Mamés (creo que desde un 4-2 con dos goles de Del Horno en 2004 con Valverde en el banquillo no pierden los blancos en Bilbao) y sabe gestionar la presión ambiental, el único futbolista que corre serio riesgo de algo es el portero blanco. Desde siempre ha habido un rival fetiche al que incordiar, como Michel o Guti, pero lo de Casillas ya roza lo vergonzoso. Iker debutó precisamente en este estadio y Guerrero lo bautizó con un golazo de falta. Transcurriendo los años, viendo que se convertía un jugador insignia del madridismo, en Bilbao se empezó a 'tocarle las pelotas' y progresivamene la violencia contra su persona iba creciendo, caso de petardazos y tornillazos injustificables.

Hasta llegar al duelo del año pasado, donde desconozco si se vió a un Casillas inédito o al verdadero Iker. Porque mucho se habla de lo buen tipo que es, de la simpatía que irradia, del carisma que desborda y del jugador ejemplar que parece ser, pero el año pasado o se coló o se retrató asimismo: con el Madrid ganando cómodamente por 0-2 y dominando absolutamente el partido, en el minuto 40 el Athletic intenta el típico arreón para acortar distancias; Sneijder pierde un balón en la frontal del área por un precipitado pase del propio Casillas por querer poner la bola rápidamente en juego y ante una disputa al balón con David López, el holandes se tira al suelo y allí se queda quejándose; como el partido empezó bronco y con muchos codazos por parte de ambos equipos (el Madrid repartió bastante más leña), los bilbaínos consideraron que Sneijder solo intentaba perder tiempo y frenar la acometida local, por lo que Yeste no lanzó el balón fuera, siguió el juego, se buscó en el frontal del área una buena posición de chut y con su zurda de seda cuando quiere, lanzó un buen disparo que Casillas convirtió en paradón pero el rechace llegaba en banda derecha y casi en el mismo área a David López, quien centraba rasa en busca de algún delantero, pero que Heinze que llegaba en carrera a tapar el hueco convirtió en autogol.


Y entonces fué donde explotó el dulce Iker: de nunca se le conocía ningún desprecio a los rivales ni ninguna desconsideración con nadie, pero he ahí que Casillas juzgó oportuno dirigirse en tono grotesco, llamando repetidamente 'Hijo de puta', a Yeste, quien claro, como tiene menos luces que un barco de contrabando, cayó en la trampa tendida por Casillas y le propinó un empujón al pecho. El madridista, viéndose agredido, se lanzó al suelo cual si le hubiera dado un superpuñetazo el mismísimo Mike Tyson, y fingía dolerle el rostro. En la consiguiente tangana Yeste fué expulsado y entre mútiples empujones con jugadores tan marrulleros como Pepe, Heinze o Sergio Ramos, solamente Ocio vió la amarilla.

En un arranque de casta empataríamos al filo del descanso a 2 con testarazo de Llorente, pero uno menos y la clase de un cazagoles como Huntelaar dejaron la cosa en goleada visitante a lo largo de la segunda parte. La secuencia de la provocación de Casillas está más abajo pero la cuestión no está en defender a Yeste sino en calibrar quien demonios se creyó Casillas en ese momento para llamar 'hijo de puta' a un jugador rival en casa de este último, ¿o es que acaso debo de tolerar que alguien me insulte en mi propia casa cuando son ellos los que usan artimañas?

Pero sé que perdimos y no precisamente solo por esto, sino por otro cúmulo de cosas. Escribiendo este alegato me calente y me dí cuenta de una cosa: sigo pensando en la desbordante superioridad de los blancos y hasta ahora iendo de honestos no se ha sacado ningún rédito contra los blancos. Este año me da que los de Pellegrini no necesitarán tal estrategia y aunque Caparrós sea un entrenador muy resultadista, dudo mucho que aplique también esa fórmula. Solo cabe pedir una cosa: que no haya goles, que sea un 0-0 aburridísimo y que todos nos durmamos viéndolo, tanto los del campo como los telespectadores. Sería novedoso y añadiríamos otro punto de vista más a este choque de históricos, porque aunque nunca se esté todo visto, hasta ahora sí que se vivieron las más diferentes emociones y sensaciones, fubolísticamente hablando, ¿no? Ni de coña, que el partido sea todo lo contrario a esto último que expuse, por favor.

http://www.youtube.com/watch?v=PgUwVEC6FQ4

martes, 12 de enero de 2010

Todo lo que no se ve.


A las 19.00 horas comenzó el Real Madrid-Mallorca el pasado domingo en el Estadio Santiago Bernabéu. Aproximadamente unos 10 minutos antes comenzaron a presenciar los telespectadores las primeras imágenes del choque. Ya fuera desde el salón de su casa o el bar de la esquina, todos ellos vieron el partido. Disfrutaron de los goles. Visualizaron la repetición de las jugadas más polémicas. Comprobaron la cara de los jugadores vía primeros planos... pero no vivieron el encuentro.

- A un Casillas sin parar de correr y calentar pra no quedarse frio durante todo el partido.

- A un Pellegrini tranquilo que apenas se levantó del banquillo en la primera parte.

- A un Guti afable y sonriente mientras esperaba el cambio charlando con el cuarto árbitro...

Tampoco escucharon los gritos de algunos impresentables que no supieron respetar el minuto de silencio por la selección de Togo. No oyeron las advertencias del speaker dirigidas a los "señores espectadores" al pisar las resbalizadas escaleras del estadio. No se percataron de los abucheos en contra de Diego López Garrido -Secretario de Estado para la UE- cuando realizó el saque de honor. Tampoco distinguieron una emulación de pitido final por parte de algún aficionado antes de que lo hiciera el árbitro. Ni los cláiscos cánticos dirigidos al emblemático Juanito en el minuto 7 de partido.

Esto en cuanto a lo vivido en el estadio. Al tiempo de retransmisión televisiva. Pero, dando una vuelta de tuerca más... Tampoco vieron a un Benzema cabizbajo que apareció sigiloso en la zona mixta y se marchó como un fantasma de la misma. No distinguieron entre los micrófonos y objetivos a un Cristiano sonriente y tranquilo pasando por delante de los periodistas. No vieron a un Kaká encantado de haber vuelto al terreno de juego con la ilusión de un niño en el rostro. No escucharon a un Gago distante y tal vez, con cara de pocos amigos. No conocieron el lado más bromista de Higuaín -charlando con un periodista colombiano con su Iphone en mano-, o la naturalidad de Casillas -allá donde esté-.

Todo esto. Todo lo que no se ve a través del objetivo de una cámara es nuestro trabajo. Somos las gafas de los espectadores. Los ojos de la gente. Los que hemos de contar la realidad a la par que interpretarla. Esta es la grandeza de nuestra profesión. Ser los intermediarios de las pequeñas grandes cosas. Ya sea desde el Bernabéu, un campo de tercera o las Olimpiadas de Londres 2012. Somos necesarios y por eso, debemos creer en lo que hacemos.

GRACIAS RECRE POR ESTE DÍA HISTÓRICO





Lo fácil siempre ha sido simpatizar con el Real Madrid o Barcelona. Yo mismo reconozco que soy más blanco que Florentino y Calderón juntos. Y no me importa reconocerlo, pienso que siempre hay que actuar según tus propios pensamientos, y no ser alguien sin personalidad. Hay que defender las ideas propias hasta las últimas consecuencias, eso si con educación. Lo que pasa que en nuestro fútbol, ser del Real Madrid o Barcelona es lo fácil.

Quizás por eso de buscar lo difícil, hace años ya me hice seguidor de un equipo pequeño, que no es el equipo de mi tierra el Real Valladolid (Nunca me despertaron simpatía por su profundo antimadridismo, sino el Recreativo de Huelva). Todo empezó como una pequeñez, pero se ha convertido en un sentimiento profundo. Solamente quiero que pierdan en todo el año contra el Real Madrid, ya que los blancos llevan en mi corazón desde que nací, y tienen siempre preferencia.

Es un orgullo para mí ser seguidor acérrimo del Recreativo de Huelva. Tenemos un título, que nadie tendrá nunca, ser el Decano del Fútbol Español. Esa pasión me llevó a viajar por muchos de campos de España a verle jugar (A veces también a trabajar como periodista), a comprar casi todos sus partidos durante varios años por el sistema PPV, a llorar con esa final de Copa del Rey de Elche que nos arrebató un Etoo que no debió jugarla (Todos jugadores de la Copa de África estaban con sus selecciones salvo él que adquirió un permiso especial, como siempre), a llorar por el descenso a segunda, a emocionarme el año que los Cazorla, Uche, Sinama Pongolle y cia casi nos meten en Champions (anda que no me imagine veces esa elástica onubense por Old Trafford, San Siro, Delle Alpi, Anfield….

Este año es un año difícil. Se volvió a Segunda División, y el equipo ya ha sufrido un cambio de entrenador. El nuevo técnico Raúl Agné no acaba de coger el timón. Algunos jugadores fichados como estrellas, como el internacional sub-21 portugués Santos Candeias, o el uruguayo Bruno Fornaroli, no acaban de arrancar. Solamente el jugador pucelano Álvaro Antón está respondiendo a las expectativas. Otros como el valencianista Guaitia, el ex del Sporting Raúl Cámara, el llamado mejor central de segunda Pepe Mora, el internacional danés Magnus Troest, el que también dicen mejor lateral izquierdo de segunda, Carlos Peña, el nuevo Viqueira Emilio Sánchez…ninguno acaba de responder. Volverá a pasar tiempo para ver en Huelva jugadores como Pernía, Martín Cáceres, Beto, Viqueira (El mejor centrocampista de la historia del Recre aunque se fuera como un traidor), Carlos Martins, Cazorla, Uche, Sinama Pongolle… y no pasaron hace tanto por Huelva…

Por eso, el resultado de 3 a 0 en la ida de octavos de final frente al Atlético de Madrid es algo histórico. El Recre está en un momento pésimo, cerca del descenso a Segunda B, y el Atlético siempre será un grande. Ya tenía las entradas para ir a ver la vuelta al Calderón, pensado que el partido estaría sentenciado ya de la ida a favor de los colchoneros. Por eso, esa goleada a favor de los onubenses…es como un sueño. Fue algo grande, inenarrable, histórico, grandioso… Iremos al Calderón con la bufanda del Recre, esperando que ese día, el sueño de pasar a cuartos, se haga realidad. AUPA RECRE

viernes, 8 de enero de 2010

La insoportable cantinela de las ayudas


La discusión está en la calle y "El Larguero" de la Cadena SER ejerce de altavoz. Ya sabéis la cantinela: ¿Mano negra o villarato? Es tremendo que se siga planteando esta cuestión en el fútbol español a estas alturas. Nos sitúan ante un contubernio digno de las mejores tramas mafiosas de la Cosa Nostra. Una conspiración eterna, una saga interminable, un complot de amplias ramificaciones, los malos y los buenos...El "runrún" de las ayudas arbitrales a Barcelona y Real Madrid se pone en boca de todos por obra y gracia de los profesionales de los medios madrileños y catalanes. Y así se distrae a la parroquia, que se suma gustosa a la confrontación con argumentos variopintos a favor y en contra de cada teoría. ¿Benefician los árbitros al Madrid o lo perjudican? ¿y al Barça? Las opiniones son diversas y dispersas.

El debate de este jueves recordó, por su popularidad, a la típica discusión de barra de bar aunque, por la trascendencia y magnitud de los argumentos aportados, podría ser la antesala de un próximo debate en el Congreso de los Diputados con este tema como principal punto de la órden del día. No extrañaría que diputados de distintos partidos se aliasen con tal de defender los argumentos favorables a su equipo. Porque todo es posible en nuestro país cuando hay un balón por el medio. El fútbol, como la política, también hace extraños compañeros de cama. En la sesión plenaria de la SER, sus señorías también se aliaron según su gusto y conveniencia. Paco González y Tomás Guasch pactaron para defender la tesis del villarato; mientras que los catalanes Andrés Astruells y Emilio Pérez de Rozas sostuvieron que hay una mano negra en contra del Barça. Como es habitual en estos casos, no se llegó a ningún acuerdo aunque los cuatro criticaron las coartadas victimistas y subrayaron la conveniencia de poner los mejores medios para luchar contra las injusticias del azar.

Los defensores del villarato creen que la Federación Española de Fútbol respalda los errores arbitrales a favor del Barça. La razón es simple: Joan Laporta mantiene una buena relación con el máximo responsable federativo, Ángel María Villar; de ahí que la Federación recompense a los árbitros que pitan a favor del club "amigo". Dime cómo te equivocas y te diré hasta dónde llegas. "El Barça juega con red", defienden, "en eso consiste el villarato: protección al Barça y severidad con el Madrid". Y todo se explica, aseguran, porque Villar mantuvo la presidencia gracias al apoyo prestado por Laporta. Por su parte, los valedores de la teoría de la mano negra se basan en el daño que los seis títulos conseguidos en 2009 habrían causado a ciertos periodistas. Éstos, necesitados de carnaza informativa para contrarrestar la supremacía culé, intentarían alimentar polémicas continuas para tratar de desestabilizar al club catalán. Ello repercute en una presión mediática que termina afectando a los colegiados, que arbitran de manera parcial para perjudicar al Barça.

En realidad, no hay nada que haga más felices a los "antis" que cualquier confirmación de la vieja cantinela de los favoritismos arbitrales. Ni nada que les desconcierte más que la propia evidencia de que las ayudas les protegen en numerosas ocasiones. Los medios de comunicación asisten con satisfacción a este lamentable espectáculo y sacan a pasear la bandera de sus intereses para aprovecharse de la controversia. La ocasión ideal para que los fanáticos de turno saquen a relucir sus colores ante el ordenador, las cámaras o el micrófono. Con esta actitud se da pábulo a la cantinela, se hace felices a quienes la sostienen y se fomenta un tremendo desequilibrio en contra de los equipos modestos, que terminan siendo las víctimas principales de las indecisiones de los árbitros. La triste evidencia de la desigualdad futbolística. Una evidencia ante la que poco se puede debatir.