Pero para el que escribe estas líneas nada resulta tan ilusionante, atractivo y maravilloso que lo que se avecina el próximo mes de Junio. Y es que en el torneo que paraliza el planeta entero, la selección española parte como grandísima candidata (esta vez sí) a alzarse a lo más alto del olimpo del balompié. ¡Y cómo lo hace! Nos lleva regalando dos años de un fútbol sublime que además es acompañado de una enorme efectividad, que hace a la gente de mi generación frotarse los ojos, acostumbrados a tantos sinsabores con el equipo nacional. La hornada de futbolistas que nos representará en Sudáfrica resulta irrepetible, y los Xavi, Iniesta, Silva, Cesc y compañía tratarán de llevar de nuevo la felicidad a un país, que al igual que gran parte del globo terráqueo, no atraviesa su mejor momento.
Sólo nos queda cruzar los dedos para evitar lesiones de última hora y hacer lo propio para que no nos toque el Al Ghandour de turno. Lo demás, está en buenas manos.
mejor en julio no? pero a ver como soportan la presión de realmente ser los favoritos, y no ser solo los favoritos de la prensa española, que es lo que pasaba hasta ahora
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