El Entrefútbol, en dónde la practica no lleva a la perfección

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Lass vs Makelele


Odiamos las comparaciones, pero las hacemos... sin darnos cuenta están allí, en todo. Y al final, decimos que no son agradables, pero son tan comunes... me enseñó un profesor que "el primero que comparó a una mujer con una rosa fue un genio, el segundo un tonto y el tercero más tonto".
Aquí comparamos a dos trompos llenos de trucos... dos fuera de serie y usted me dirá el mejor.

Makelele
Cuando Claudé Makelele entraba al terreno era un verdadero pulpo envenenado, un siete pulmones incansable, luchador de toda la vida, desde que vio la luz en Kinshasa, el Congo.
Ya han pasado 36 abriles por su ser, pero aún el balón sigue pegado a sus pies.
Con el Real Madrid alcanzó dos ligas y una Champions, con el Chelsea varios titulos nacionales incluyendo dos títulos de liga. Esto, entre otros títulos, sumando un subcampeonato del mundo en 2006.
En el Madrid estuvo poco más de tres años. Y grave error fue dejarlo ir... estos jugadores todo terreno no venden camisetas, pero son señores de espítu de guepardo. Son leones en una selva llamada fútbol.

Lass Diarra
Con apenas 24 años, es uno de los más respetados en el terreno de juego. El día que Pellegrini lo cambió en pleno partido ante el Alcorcón el Bernabéu entero pitó molesto, porque en un madridista es fácil escuchar: ese Lass es un jugadorazo.
En corto tiempo se ha ganado a la afición por su entrega, control de la pelota y, aunque no le guste al propio jugador, les da una añoranza a aquel tanque que dejaron ir al Chelsea.
Nacido en Paris, también es seleccionado francés. Su origen es de Mali. Ha tenido pasos efímeros en el Chelsea, Arsenal y Portsmouth. Su modesto currilum dice: dos FA Cup y una Carling Cup.

¿Comparación?
Ambos franceses, jugadores del mediocampo, de origen africano, con pulmones incansables y con la camiseta blanca puesta. Son dos historias distintas, pero admirables.
Si el Real Madrid aprende de sus errores a Lass nadie lo toca. Junto a Xabi Alonso podrá hacer historia, su propia historia. ¿No les parece?

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