El Entrefútbol, en dónde la practica no lleva a la perfección

miércoles, 28 de abril de 2010

La astucia del buitre


De Emilio Butragueño conocía lo que todos en el fútbol conocen. Aquel gran delantero que comandó un Real Madrid que aunque nunca ganó una orejona, fue histórico en la década de los 80. Histórico en épicas remontadas, histórico en ganar cinco ligas consecutivas y dos copas de la UEFA. Un futbolista español que marcó una época memorable en el Madrid y que significó tanto para el madridismo, que su generación se recordará para siempre como “la quinta del buitre”.

Pero bien, esto es lo que sabemos. Sin embargo, luego de la visita realizada a los alumnos de la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid, me puse a pensar en que hoy podemos conocer a otro Emilio Butragueño: uno que ya no lleva puesta la camiseta blanca (que de seguro siempre la tendrá en su corazón), sino que ahora va vestido de traje y corbata. Tiene otra vida, otra manera de ver el fútbol y de representar al Real Madrid; y es que ya no son los goles su trabajo.

Si Don Alfredo Di Stéfano un día lo describió como ese tipo que “tiene el gol en el cuerpo”, hoy se podría decir que este tipo tiene “la diplomacia en el cuerpo”. No es un misterio que sea el embajador más simbólico en el mundo del Real Madrid en la actualidad y el que mejor hace dicho trabajo. Su cargo de director de relaciones institucionales en el Real Madrid desde junio de 2009, ajustó como anillo al dedo tanto para Emilio como para el Madrid.

Butragueño no sólo tiene el honor de ser el representante de la institución blanca en citas importantes de la FIFA o la UEFA, pues es ante el mundo entero que lo hace. Y es que no es sorpresa que uno de los objetivos principales de los grandes clubes del mundo es universalizar más su nombre, y para esto necesitan hombres indicados, que hayan formado parte de su historia, que hayan escrito sus páginas, sobre todo si hablamos del club más memorable en la historia del fútbol.

En un ejemplo claro de esta globalización, está el que exista una escuela de Estudios Universitarios Real Madrid, que también está bajo la dirección de Butragueño, y viendo la cantidad de accesos que tiene un club como el Madrid ante el mundo entero, no creo que otros clubes como el Manchester o la Juventus lo hagan, como lo es tener una Escuela Universitaria, pero ya deberían tomar nota.

Si bien pensando en su apodo “el buitre”, que no es más que un juego de palabras con su apellido que se le ocurrió a un compañero suyo en la época de futbolista, hoy no escapa de la realidad la relación de su apodo con la habilidad de Butragueño, quien logró transformar una extraordinaria carrera como futbolista del Real Madrid para convertirse en su mejor director institucional, embajador, incluso ministro de relaciones exteriores si queremos exaltar más la cosa. Si pensamos la metáfora de la habilidad de los buitres, que aunque suelen alimentarse únicamente de animales muertos pero a falta de estos son capaces de cazar piezas vivas, podemos decir que Butragueño pese a haber finalizado una carrera exitosa como futbolista, no ha dejado de contribuir al Real Madrid con este nuevo trabajo que encontró. Y esto me despierta la idea de pensar que cada vez existirán más jugadores emblemáticos del mundo del fútbol que tras colgar sus botines seguirán teniendo la oportunidad de seguir aportando valores y trabajando para sus clubes, con otras perspectivas, otras ambiciones.

Así han salido grandes entrenadores, directores deportivos, institucionales e incluso presidentes de honor como Johan Cruyff en el Barcelona. Esto de seguro es buena noticia tanto para los jugadores símbolos que algún día se retirarán como también para los clubes donde sudaron su camiseta. Pues encaja más ver a un Paolo Maldini en la dirección del Milán que a un Fulano de Tal.
Ahora, una cosa está clara, y es que no se trata sólo de soplar y hacer botella, pues se debe tener una gran preparación para asumir roles de esta jerarquía, pero al menos los futbolistas sabrán que no sólo para patear balones, les dieron dones especiales.

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