El Entrefútbol, en dónde la practica no lleva a la perfección

miércoles, 14 de abril de 2010

El fútbol con otra mirada

Alexandre tiene 12 años. Es el mayor de cinco hermanos. Vive en una favela de Río de Janeiro. Acude a la escuela una vez a la semana, ya que el resto de mañanas las pasa ayudando a su madre en la casa y vendiendo algunos objetos de segunda mano en un mercadillo local. Pero si algo no perdona Alexandre son las tardes de fútbol. Todos los jóvenes del barrio se reúnen en un pequeño campo improvisado de tierra tres horas antes de que caiga el sol.

Alexandre es bueno. O eso dicen sus amigos, al menos es de los primeros en ser elegido a la hora de formar equipos cada día. Muchos de sus compañeros llevan camisetas de equipos europeos y brasileños. Muchos de ellos sueñan con ser como los jugadores cuyo nombre llevan impreso en su elástica: Ronaldinho, Kaká, Ronaldo, Torres, Messi... Él suele jugar con camisetas lisas, casi siempre blancas, casi siempre decoradas con las manchas del trabajo matutino. Él no sueña con ser como nadie. Ha oído en la radio que estos jugadores viven de jugar al fútbol. Algo que para él es inconcebible. Ha visto en la televisión que muchos de ellos viven solos en casas enormes. Sin su mamá, sin sus hermanos. Ha leído en los periódicos que en sus barrios no hay peleas, un vecino más del suyo ¿Por qué ser como ellos? No puede.

En los últimos días está especialmente nervioso. Una asociación del centro ha organizado un campeonato para el próximo fin de semana. Todos los chicos del barrio querían formar parte de él. Pero fueron unos pocos los elegidos, entre ellos, Alexandre. Algunos jóvenes comentan que lo importante no es ganar, sino jugar bien ya que habrá ojeadores de Europa. Él no sabe cuál es la labor de estos ojeadores. Tal vez, ¿mirar cómo juegan? Según su amigo Rodrigo harán más que eso si alguno de ellos merece la pena. Le llevarán a Europa a jugar en un club importante.

Alexandre no quiere ir a Europa. Solo jugar al fútbol. Pero está nervioso...

Ya han pasado dos semanas desde el campeonato y nadie ha aparecido por su casa para llevarle a Europa. En parte se alegra, hubiera sido un mal trago tener que decir a esos señores serios y trajeados que no...después de un viaje tan largo.

Ahora, Alexandre, sueña con ser atleta. Su amigo Rodrigo y él saben que Río de Janeiro será la sede de las Olimpiadas en 2016. Se han propuesto entrenar duro. Quieren formar parte de la selección de su país. Esta vez nadie le preguntará sobre marchar a Europa. Por eso Alexandre quiere ser atleta. Por eso está nervioso...

3 comentarios:

  1. Probablemente eres la persona con más ingenio de este máster, tus escritos siempre tienen el componente de algo distinto, lanzas miradas en este blog que a nadie se le ocurrirían, pero como me dijo una vez el señor gutierrez, ¿a santo de qué cojones escribes esto meu? jajajaj

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  2. Me alegro de que este atleta forme parte de este blog

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  3. tu eres un feliz de la vida caradura llopis, te alegras por todo... y todas, de este mundo ejejje

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