viernes, 30 de abril de 2010
El mal llamado 'aficionado' al fútbol
No va a ser la violencia en el fútbol el tema de esta mi entrada en el blog, sino más bien versaré de ese aficionado al fútbol que acude a los estadios a liberar tensiones. Si como sociedad aceptamos que por pagar por una entrada se tiene derecho a insultar, vejar, escupir y casi hasta agredir a los futbolistas, es que somos unos hipócritas de cuidado. ¿Quien le otorga a ese señor (casi siempre varones pero lamentablemente ya también mujeres y niños) el beneplácito de llamar 'maricón de mierda', 'cabronazo' o 'ese portugués, hijo puta es' que sufre Cristiano Ronaldo, entre otras lindezas, a cualquiera de los futbolistas de prácticamente la mayoría de los campos españoles?
Aunque este mal vicio sea universal, entendámonos, el carácter latino nos juega malas pasadas. Acoplemos estos comportamientos vergonzosos de las gradas a la vida cotidiana y diaria: ¿cuantos padres nos han educado en la cultura del respeto al prójimo y en el de la educación correcta? Ay que no, que como el fútbol y la liberación del estrés son algo tan aceptados socialmente, será que en casa a todos nos enseñaron a ser groseros con la abuela y hacer gestos obscenos con el dedo índice para arriba. ¿Acaso en la calle, en un bar, en una librería, su actitud es tan irrespetuosa? Y lo patético de todo esto es que esta lacra no contiene ninguna variante de nivel cultural.
Esos pseudo-trogloditas que no saben comportarse en una grada sin tener que mentar a la familia del árbitro o desear la muerte fulminante del rival con tal de ganar un partido siempre aducen cobardemente que el apoyo a sus colores lo explica todo. No me entra en la cabeza que no se sepa disfrutar de un deporte tan maravilloso como el fútbol sin volverse un cafre en una grada. No nos engañemos, gilipollas de esta clase los hay en todas las aficiones, ninguna se libra, pero cuando se han vivido situaciones contrarias, es decir, ánimos limpios y deportivos para con tu equipo, ver que con total impunidad campan a sus anchas tipejos de esta calaña desanima una barbaridad.
No me meto, por ejemplo, con gente como los de esta foto, que seguramente demuestran un apoyo incondicional a su equipo; cuando alguien es capaz de viajar kilómetros y kilómetros por su equipo y anima con ansias de 'fair-play', es de elogiar y muy admirable tanta dedicación. Pero los forofismos, fobias y antis que de años a esta parte inundan el fútbol español desvirtuan muy mucho lo que es para mí la concepción de un deporte tan alucinante como es el fútbol. Tampoco ayudan las triquiñuelas de algunos jugadores profesionales que con tal de sacar ventaja arbitral simulan codazos y faltas que no pasan del más mero y leve toque.
Pero lo que no es de recibo es que el ser humano no sepa comportarse y se escude en el fútbol para olvidar sus penas. Y no seamos puritanos, moralistas ni curas de pacotilla, todo esto no va en el sueldo del jugador de fútbol. Rizando el rizo y extrapolándolo bastante, a mi, como periodista me sentaría fatal que por hacer una crónica digamos, me pongan a cáldo varios desconocidos día sí, día también. Y del mismo modo debieran sentirse nuestros futbolistas. Sin embargo, no sé lo que es más preocupante, el hecho de que antes solamentente fuera algo tan maravilloso como el fútbol el que sufriera con estos impresentables o por contra que este mal vicio ya se extienda a casi todos los deportes. El día que como personas honestas sepamos unirnos, tachar de delincuentes a esta gentuza (es mi consideración para con ellos) y arrinconarlos hasta que sus hoy en día actos habituales se conviertan en reprochables, juzgables y sancionables, habremos dado un gran paso adelante para pasar a nuestros hijos y nietos un deporte más limpio y una cultura de aficionados sana.
No apto para cardíacos
El Atleti conseguía lo impensable: la clasificación para la final de la Europa League, la primera final europea en 24 años.
Ni siquiera lo recuerdo. Tenía tan sólo dos años cuando el Dynamo de Kiev les eliminó en una final. Ya pensaba que jamás vería al equipo saltando de alegría en el césped por estar tan tan cerca de conseguir un título europeo.
Lo siento por el resto de equipos españoles que se han quedado a las puertas, pero al final, ante todo pronóstico el Atlético puede incluso llegar a conseguir ¡dos títulos esta temporada! Cierto es que primero hay que ganar al Sevilla y al Fullham, pero por qué no, podemos seguir soñando.
Sea lo que fuere, ahora hay que prepararse porque el 12 de mayo queremos llorar, pero esta vez de alegría.
miércoles, 28 de abril de 2010
La astucia del buitre
De Emilio Butragueño conocía lo que todos en el fútbol conocen. Aquel gran delantero que comandó un Real Madrid que aunque nunca ganó una orejona, fue histórico en la década de los 80. Histórico en épicas remontadas, histórico en ganar cinco ligas consecutivas y dos copas de la UEFA. Un futbolista español que marcó una época memorable en el Madrid y que significó tanto para el madridismo, que su generación se recordará para siempre como “la quinta del buitre”.
Pero bien, esto es lo que sabemos. Sin embargo, luego de la visita realizada a los alumnos de la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid, me puse a pensar en que hoy podemos conocer a otro Emilio Butragueño: uno que ya no lleva puesta la camiseta blanca (que de seguro siempre la tendrá en su corazón), sino que ahora va vestido de traje y corbata. Tiene otra vida, otra manera de ver el fútbol y de representar al Real Madrid; y es que ya no son los goles su trabajo.
Si Don Alfredo Di Stéfano un día lo describió como ese tipo que “tiene el gol en el cuerpo”, hoy se podría decir que este tipo tiene “la diplomacia en el cuerpo”. No es un misterio que sea el embajador más simbólico en el mundo del Real Madrid en la actualidad y el que mejor hace dicho trabajo. Su cargo de director de relaciones institucionales en el Real Madrid desde junio de 2009, ajustó como anillo al dedo tanto para Emilio como para el Madrid.
Butragueño no sólo tiene el honor de ser el representante de la institución blanca en citas importantes de la FIFA o la UEFA, pues es ante el mundo entero que lo hace. Y es que no es sorpresa que uno de los objetivos principales de los grandes clubes del mundo es universalizar más su nombre, y para esto necesitan hombres indicados, que hayan formado parte de su historia, que hayan escrito sus páginas, sobre todo si hablamos del club más memorable en la historia del fútbol.
En un ejemplo claro de esta globalización, está el que exista una escuela de Estudios Universitarios Real Madrid, que también está bajo la dirección de Butragueño, y viendo la cantidad de accesos que tiene un club como el Madrid ante el mundo entero, no creo que otros clubes como el Manchester o la Juventus lo hagan, como lo es tener una Escuela Universitaria, pero ya deberían tomar nota.
Si bien pensando en su apodo “el buitre”, que no es más que un juego de palabras con su apellido que se le ocurrió a un compañero suyo en la época de futbolista, hoy no escapa de la realidad la relación de su apodo con la habilidad de Butragueño, quien logró transformar una extraordinaria carrera como futbolista del Real Madrid para convertirse en su mejor director institucional, embajador, incluso ministro de relaciones exteriores si queremos exaltar más la cosa. Si pensamos la metáfora de la habilidad de los buitres, que aunque suelen alimentarse únicamente de animales muertos pero a falta de estos son capaces de cazar piezas vivas, podemos decir que Butragueño pese a haber finalizado una carrera exitosa como futbolista, no ha dejado de contribuir al Real Madrid con este nuevo trabajo que encontró. Y esto me despierta la idea de pensar que cada vez existirán más jugadores emblemáticos del mundo del fútbol que tras colgar sus botines seguirán teniendo la oportunidad de seguir aportando valores y trabajando para sus clubes, con otras perspectivas, otras ambiciones.
Así han salido grandes entrenadores, directores deportivos, institucionales e incluso presidentes de honor como Johan Cruyff en el Barcelona. Esto de seguro es buena noticia tanto para los jugadores símbolos que algún día se retirarán como también para los clubes donde sudaron su camiseta. Pues encaja más ver a un Paolo Maldini en la dirección del Milán que a un Fulano de Tal.
Ahora, una cosa está clara, y es que no se trata sólo de soplar y hacer botella, pues se debe tener una gran preparación para asumir roles de esta jerarquía, pero al menos los futbolistas sabrán que no sólo para patear balones, les dieron dones especiales.
viernes, 23 de abril de 2010
“Periodistas y fútbol es un binomio necesario”
Un consejo y una despedida
jueves, 22 de abril de 2010
Cinco aros y un adiós
Esta nota podría tener la solemnidad que exige la Carta Olímpica. Podría ser una biografía bien documentada de un héroe de adarga antigua. Podría…
Pero para mí Juan Antonio Samaranch no va de aquellas reuniones del COI con trajes de Dior, ni discusiones de política deportiva con horas de extenuante diálogo.
Me quedo con la sonrisa de Kobi haciendo peripecias… la flecha mágica que encendió el pebetero de Barcelona 92… aquel Dream Team verdadero… ese señor afable con sonrisa a flor de labios y espejuelos de cinco aros colorines.
Lo vi por última vez luchando por Madrid 2016. Pidió el último voto, porque lo sabía. Así es la vida, pero queda el artífice del recuerdo. Eso y su eterna “A la ville de Barcelona”.
Murió, como cuenta la familia, despidiéndose del deporte, a través de la victoria de Nadal. Hoy leemos reseña noble de su trayectoria. Flores caen, y no de España, si no del planeta. Gracias por entender que el mundo cambia, que los tiempos son otros…
Samaranch cruzó la meta 89 años después para por fin subirse al Olimpo con la presea dorada colgada en sus sueños. Ahora sonará el himno olímpico y doce cañonazos dirán en la madrugada ¡Adiós, Presidente!
Samaranch, el Papa del deporte moderno
Una parada cardiorrespiratoria, consecuencia de una insuficiencia coronaria aguda, acabó en la tarde de ayer con Juan Antonio Samaranch Torrello, un hombre que contribuyó de manera decisiva a la modernización del deporte. Siempre será recordado con cariño por su ingente tarea en defensa de los valores del olimpismo. Alumno aventajado de Pierre de Coubertin, Samaranch fue uno de los principales responsables del crecimiento experimentado por los Juegos Olímpicos. Un personaje universal, carismático, hábil y astuto, hasta el punto de convertirse en la cabeza visible del deporte.
"Sé que estoy muy cerca del final de mis días. Tengo 89 años. Permitidme que os pida que toméis en consideración premiar a mi país con el honor y el deber de organizar los Juegos Olímpicos en Madrid". Y se hizo el silencio entre los miembros del COI. Esos hombres sin piedad se quedaron sin palabras cuando el gran patrón del olimpismo pronunció un discurso que ya es historia. Un recuerdo póstumo imborrable para un hombre que arrimó el hombro de forma admirable y totalmente desinteresada para ayudar a que Madrid fuera sede olímpica. No pudo ser. El mapa que mostró el presidente brasileño, Lula da Silva, impactó de tal forma que Río de Janeiro rompió las esperanzas españolas y, a su vez, engrandenció otro hito olímpico en el que Samaranch también jugó un papel fundamental. Él fue el encargado de proclamar que la ciudad de Barcelona iba a acoger los Juegos de 1992. Fue su mayor alegría. Fue el prólogo de un acontecimiento que cambió la historia contemporánea española y que sirvió para cerrar definitivamente la transición.
Es complicado destacar aspectos concretos del inmenso legado que deja Samaranch. El paso del tiempo se encargará de hacer justicia para valorar sus logros con la relevancia histórica que se merecen. Porque este visionario se ha ganado a pulso la inmortalidad. Nadie olvidará su contribución a la mejoría del deporte internacional. Nadie pasará página de su obra y milagros. Un asombroso legado para un ciudadano al que los primeros mandatarios del mundo siempre hacían siempre un hueco en su agenda para recibirle sin esperas ni disculpas. Y eso que el mismo Samaranch solía confesar que el mundo anglosajón no perdonaba ni admitía que un españolito fuera el jefe. Realmente raro con el poco peso específico internacional de un país que salía del franquismo para buscarse un hueco de respeto democrático en el mundo. Pero es el resultado perfecto de la compleja ecuación de la vida de Samaranch, que aúna una suma de méritos y casualidades que este gran nadador en todas las aguas ha resuelto de tal forma que la cultura deportiva del país no ha dejado de crecer hasta llegar al punto actual en el que se suceden los éxitos de nuestros deportistas.
miércoles, 14 de abril de 2010
Punto y final
Este grupo de gente ha conseguido que mi madridismo, como el de otros tantos aficionados, se rompa. Suficientes problemas tenemos todos como para añadir el sufrimiento y la impotencia que provoca su total pasotismo hacia el club que les da de comer, les engrandece y, por supuesto, les llena las carteras. Faltaría más. Me resbala totalmente que me tachen de mala madridista porque, sinceramente, me resbala lo que hagan a partir de ahora. Me viene a la mente uno de los partidos iniciales de Raúl; el Real Madrid ganaba y Valdano le sentó en el banquillo. El chaval se enfadó con el entrenador, se alegró de que el rival empatase el partido e incluso deseó que su equipo perdiese, preso de la rabia. Le comprendo porque en esa misma situación estoy yo. Ojala el Real Madrid, tan pomposo y millonario, pierda los partidos que le restan. Un baño de humildad en toda regal que buena falta hace. De esta forma todos, desde el presidente hasta el último jugador de la plantilla, aprenderían que con dinero se pueden comprar ilusiones pero éstas se acaban diluyendo; que se pueden comprar jugadores guapos y musculosos, jugadores con clase, jugadores que aún estamos esperando que aparezcan y hagan algo, por poco que sea, o jugadores de la cantera pero que no se puede comprar un sentimiento de equipo, de historia, de grandeza, de escudo. Por que los sentimientos no tienen precio, nacen dentro de cada uno y dentro de un grupo de mercenarios no tienen cabida.
El fútbol con otra mirada
En los últimos días está especialmente nervioso. Una asociación del centro ha organizado un campeonato para el próximo fin de semana. Todos los chicos del barrio querían formar parte de él. Pero fueron unos pocos los elegidos, entre ellos, Alexandre. Algunos jóvenes comentan que lo importante no es ganar, sino jugar bien ya que habrá ojeadores de Europa. Él no sabe cuál es la labor de estos ojeadores. Tal vez, ¿mirar cómo juegan? Según su amigo Rodrigo harán más que eso si alguno de ellos merece la pena. Le llevarán a Europa a jugar en un club importante.
lunes, 12 de abril de 2010
Del Madridismo
domingo, 11 de abril de 2010
El fútbol no tiene precio
Despues de una semana en la que opinó sobre el clásico hasta el apuntador, llegó el Barcelona al Santiago Bernabéu y habló en el terreno de juego. La mejor forma de dejar claro que, al final, el fútbol lo hacen los futbolistas. De eso sabe mucho este Barça al que le sienta bien la presión. En ningún momento sus jugadores dieron la impresión de sentirse desbordados por la trascendencia del choque, un encuentro que muchos habían bautizado como el partido del milenio. Los hombres de Guardiola enviaron un mensaje inequívoco: son los emperadores del fútbol español. Manejaron el juego al antojo de Xavi Hernández y controlaron todas las embestidas del Real Madrid, que terminó desencajado y roto, convertido en una mediocridad ambulante. La balanza del fútbol español comienza a estar muy desnivelada en favor del equipo catalán.
El Barça, que convirtió el clásico en un trámite, se queda en una posición muy cómoda. Líder en solitario de la clasificación liguera con 80 puntos, separado por 3 de su más directo rival y con el optimismo por bandera. Lógico. Han dejado muy tocado y desfigurado a su perseguidor sin necesidad de forzar. Parecía un encuentro más para los azulgrana que aún así destrozaron sin problemas todas las costuras del Real Madrid. Da igual cuánto dinero se invierta en fichajes, cuántos futbolistas se incorporen cada temporada o quien controle las riendas del club. No siguen una filosofía capaz de plantar cara a los culés.
En estos momentos, el equipo blanco está a años luz del Barcelona. Se escucha ya ruido de sables en el seno del madridismo y la cabeza de Manuel Pellegrini podría ser la primera en caer. Son los efectos de sobrevivir sin proyecto alguno. Un verdadero marrón para el inquilino del banquillo madridista, que siempre estará supeditado a los designios inescrutables de sus superiores. Da igual su identidad y sus méritos anteriores, el canibalismo madridista puede desbordar a cualquier entrenador. En los últimos años, Juande, Schuster, Capello, López Caro, Luxemburgo, García Remón, Camacho, Queiroz y Del Bosque pasaron por la silla eléctrica de Chamartín. Y ahora le toca aguantar el trago a un chileno que, a base de eficiencia, llevó al Villareal a las semifinales de la Copa de Europa. Que nadie lo olvide. Pellegrini fue capaz de estimular a un Riquelme en decadencia y encumbrar a Diego Forlán. Sin embargo, ahora deambula como alma en pena, devorado por una entidad que consume talento con la misma facilidad que factura millones en concepto de marketing y merchandising. El Real Madrid es una empresa más que un equipo de fútbol. Y así les va.
Pero la plantilla tambien tiene su cuota de responsabilidad en el desaguisado. La imagen de Cristiano Ronaldo e Íker Casillas fue el vivo espejo de la impotencia que sintió anoche el equipo madridista contra el Barça. El portugués terminó extenuado por no haber sido capaz de romper el maleficio que le acompaña contra su eterno rival al que aún no ha sido capaz de marcarle un sólo gol. Todo lo contrario de lo que ocurre con Leo Messi que, tras su gol de ayer, lleva 27 goles en la Liga, es el pichichi destacado del campeonato y ya le ha marcado 7 goles a los blancos. Por su parte, Casillas vive en una desesperación permanente y sigue encajando goles partido tras partido. De ahí la corriente de opinión que apuesta ya por un cambio de titularidad en la portería de la selección española. El azulgrana Víctor Valdés llama cada día con más fuerza a las puertas del combinado nacional. Los números son elocuentes: el de Móstoles ha encajado 28 tantos por los 19 que ha recibido el catalán. Otro pulso que comienza a tener color azulgrana, sea cual sea el veredicto de Del Bosque.
Sorprende la soledad que vive el bueno de Xabi Alonso en la medular blanca. No es lo mismo dirigir a un equipo flanqueado por Gerrard y Mascherano, que hacerlo con Gago y Marcelo. El tolosarra, que es uno de los mejores timoneles del mundo, añorará sus tiempos en Anfield. La comparación con Xavi Hernández es odiosa. El catalán maneja el fútbol de su equipo con gran facilidad ayudado por el aval que le ofrece Guardiola. Ayer, el de Terrassa volvió a ser el eje de todos los ataques azulgrana y dio las dos asistencias de gol de la noche. A la espera de que Andrés Iniesta se reencuentre con su mejor fútbol, el Barcelona puede presumir de contar en sus filas con un mediocentro como Xavi. Otro fruto de La Masía, que se consolida como el mejor vivero de jugadores del fútbol español. De ahí salió Pedro Rodríguez, que también fue capaz de marcar en el Santiago Bernabéu. Despues de marcar la pasada campaña en todas las competiciones, el de Abades sigue devorando récords. Hay jugador para rato. Lo mismo se puede decir de Busquets y Piqué, que completan un equipo sólido como una roca.
Con una receta diferente a la empleada el año pasado en el 2-6, el Barcelona pasó con nota el examen de Chamartín. Ahora le toca mantener la intensidad en lo que resta de campeonato doméstico para alzar su 20ª Liga, más que las que tienen el Milan (17), el Liverpool (18) o el Inter de Milan (17), por ejemplo. No obstante, el mayor reto de la temporada para este equipo eterno será el de llegar a la final de la Copa de Europa que se jugará el sábado 22 de mayo en el Santiago Bernabéu. Una cita espectacular para lucir en el marco más atractivo el fútbol único, sin precio, que practica un club inimitable.
viernes, 9 de abril de 2010
22 Islas para cenar
jueves, 8 de abril de 2010
El partido de todos los siglos
Los latidos se aceleran mientras los suspiros van multiplicándose al ritmo de corneta. El mundo necesita paladines y los busca en el deporte. Héroes de historieta con carne, hueso y gambeta. Allí se mira al fútbol, alegría dominguera que de vez en cuando se hace superlativa… manifiesta.
El sábado será uno de esos días. Cuando el súper clásico de la Liga Española enfrente a la galopada halada del blanco Pegaso contra la furia y elegancia del Dragón de las seis copas. En palabras más complejas: Real Madrid vs Barcelona.
Dimensiones distintas, pero con 77 puntos cada uno en la gatera y sólo con una leve ventaja de goles a favor del equipo capitalino. Ambos llegan al escenario perfecto.
Y es que el Paseo de la Castellana por la calle de Concha Espina vibra por su espíritu. El sonido del viento trae el resonar de goles lejanos. Allí las almas se visten de blanco, entre bufandas colorinas, que hacen una epidermis llamada fútbol. El sábado será imperdible, irrepetible, impensable... pasiones aritméticas en tu boca niña mía...
miércoles, 7 de abril de 2010
Messi es infinito
Europa no tiene palabras. La Champions no es para Messi, su Liga es de otro planeta. El fútbol exquisito que hizo anoche dejó a los rivales admirados, a los enemigos con pánico, a la prensa hipnotizada y al mundo preguntándose si tiene ADN de otra galaxia.
Barcelona vivió una revolución “Leonina” porque Messi eclipsó al Arsenal con cuatro anotaciones fantásticas.
Joyas por goles
El Arsenal partió por delante en un contragolpe letal que definió Bendtner, pero lo que hizo fue desatar la furia de Messi.
La defensa inglesa dejó espacios y cometió errores tontos que con jugadores de la clase del argentino son pecados milimétricos que se convierten en gol.
Y así fue, en un mal rechace que se convirtió en una pared para Messi, el 10 sacó un riflazo en un mosaico para dejar a los ingleses mordiendo el polvo. Golazo descomunal, desde la media luna, pero la luna del cielo.
Luego un balón muerto que se pasea por el área es definido arquitectónicamente por el astro. Almunia no sabe qué pasa.
Al 42 en una contra letal, efectiva, nefasta, Messi hace una vaselina de oro para batir al portero. Ha hecho de todo, goles con la zurda, con la derecha, gambetas, toque, regate… es un ballet completo, una danza al viento.
Y como todo estaba para el genio, al 88, todo le salía mal al Arsenal, un disparo entre tres rebota en Almunia justo a Messi que en la segunda no perdona, de premio caño. Lo demás bla bla bla.
jueves, 1 de abril de 2010
El Crepúsculo de los Dioses
Mi buen amigo, conocido cariñosamente como Gazza fue considerado uno de los mejores jugadores del momento en los 90. Comenzó dando sus primeros toques a la pelota en el Newcastle, formó parte de varios clubes ingleses, algún escocés y hasta coqueteo de pasada con la Lazio. Su desgarrador llanto vistiendo la elástica nacional inglesa, conmovió a todo terrenal con corazón en el Mundial del 90 tras ser expulsado por doble amarilla en un encuentro frente a Alemania (Federal). Para la Eurocopa el 96 se reservó un espectacular sombrero culminado en un excelente remate digno de ser guardado en la videoteca y colgado en Youtube. Estas son algunas pinceladas sobre la vida profesional de nuestro niño malo. De Paul Gascoigne.
Pero hoy no serán sus logros los que nos ocupen. No pretendo sumar una nueva estrella al Paseo de la Fama del Garito, sin más. Sino reflejar las puntas de este ex futbolista inglés que tal vez no tardando mucho ocupe su hueco en el firmamento.
Porque Gascoigne como buen inglés, optó por sucumbir a una común enfermedad entre los futbolistas británicos de su época: el alcohol. Por lo tanto, se propuso seguir la filosofía reflejada en la memorable frase que George Best nos dejó antes de morir: «En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores veinte minutos de mi vida». Si ya durante su época como futbolista echó varios pulsos al infortunio y bailó en varias ocasiones con la mala vida, cerrado este capítulo y con el bolsillo rebosante de billtes, optó por lanzarse de lleno a una espiral de adicciones y descontrol, al amparo de la mala estrella, que nunca le ha dejado de lado, ciertamente.
Aquí lo tenéis. Nuestra Norma Desmond particular. Una estrella que cayó muy fuerte y aún sigue levantando polvareda. Solemos volver la cabeza antes el desplome de estos mitos que un día nos despertaron la euforia más desmedida y ahora solo nos mueven compasión. Esta es la cruz del fútbol y otros deportes. Una vida sin vida después del deporte. Un crepúsculo negro y frío de nuestros dioses.