Me llama excesivamente la atención las palabras de un ex jugador del Real Madrid (ahora en Brasil) Cicinho. El lateral carioca afirma que su marcha de Concha Espina fue “una liberación” para él, después de no sentirse cómodo por la fuerza de un jugador dentro del vestuario y del club blanco.
Ése jugador se llama Raúl González Blanco (Baúl, como nuestro justiciero semanal de este blog bautizó al inicio del máster). El capitán parece haber desaparecido de la escena mediática con su suplencia desde hace unos meses, aunque su imagen haya sido manchada desde la pasada temporada con la ‘intencionada’ llegada de Juande Ramos al banquillo del Madrid tras el cese de Bernd Shuster.
Muchos han sido los focos mediáticos que han puesto en entredicho el buen rollo y el buen hacer de Raúl en el vestuario en las últimas temporadas. Su representante, Ginés Carvajal, tuvo la capacidad de ‘colocar’ a Juande Ramos en el banquillo la pasada temporada, aunque las críticas fueron calladas por los buenos resultados hasta el doble ‘chorreo’ de Liverpool y Barça en Europa y en la competición doméstica.
El fin de la primera era galáctica también tuvo a Raúl como protagonista. La salida de Ronaldo a mitad de la primera temporada de Ramón Calderón como presidente hizo que el salto cualitativo del equipo le hiciera alcanzar la Liga, al pasar al Barcelona en una remontada de puntos histórica.
Un periodista nos contó en clase que ese vestuario estaba totalmente roto antes de la marcha de Ronaldo. De ahí viene este comentario realizado por Cicinho. Los brasileños (entre los que se encontraban Ronaldo, Roberto Carlos o el propio lateral diestro carioca) formaban un grupo apartado del resto del vestuario, liderado por aquel entonces (y no sabemos si en estos momentos también) por un Raúl que buscaba, por supuesto, lo mejor para la entidad de Concha Espina.
Sea todo esto cierto o no, lo claro es que la situación actual de Raúl en el Real Madrid está llena de incertidumbres. Imaginamos que su aportación sigue siendo positiva para el club y el propio vestuario, aspecto que no he querido poner en entredicho en los ejemplos anteriores. Simplemente me parecen todos demasiado curiosos.
Enlace declaraciones Cicinho:
www.marca.com/2010/03/09/futbol/equipos/real_madrid/1268146558.html
¿Será que Baúl sí quería lo mejor para el Real Madrid? Ya de por sí, "colocar" a Juande Ramos debería ser motivo suficiente para un destierro, como en épocas feudales. Creo que la peste negra que tenía nuestro compañero Alonso es preferible a Ramos de DT. ¡Abajo Baúl, arriba el Pipe!
ResponderEliminarJoer, macho, y yo que me resisto a creer que Raúl es tan diabólico. Se dice que metió baza para que Capello no siguiese más que una temporada en el Madrid; que cizañó varias veces para que no se fichara a Villa; que se encaró con Luis Aragonés en el Mundial de Alemania...Pero yo sigo creyendo que puede ser el Guardiola del Real Madrid. El tiempo lo dirá pero, desde luego, no viene precedido de una buena fama.
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